El Gobernador del Banco Central de Luxemburgo, Yves Mersch, será el nuevo miembro del comité ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE). Su nombramiento ha sido aprobado por mayoría cualificada por los Jefes de Estado y de Gobierno de la UE que se está celebrando en Bruselas, ese sistema ha permitido saltarse el bloqueo que España había establecido intentando hacer fuerza para mantener la silla. Mersch asumirá el cargo con cinco meses de retraso.
España paralizó el 5 de noviembre el procedimiento escrito alegando que «la cuestión debía ser debatida por los líderes europeos». El secretario de Estado para la UE, Íñigo Méndez de Vigo, no consideraba «políticamente aceptable» que se rompiera de forma definitiva la regla «no escrita» de que cuatro de los seis miembros del comité ejecutivo del BCE pertenecieran a los cuatro países más grandes de la eurozona -Alemania, Francia, Italia y España- los otros dos miembros procederían de los otros Estados miembros por rotación.
El candidato de España era el director del servicio jurídico de la entidad, Antonio Sáinz de Vicuña, aunque habría aceptado gustosa, como alternativa, el nombramiento de Belén Romana, exdirectora del Tesoro para la dirección del fondo de rescate de la UE que finalmente ha ocupado el alemán Klaus Regling. Belén Romana ha sido nombrada en España directora del banco malo (SAREB) que se acaba de crear.
También el Parlamento Europeo ha intentado ejercer su capacidad de bloqueo para que fuera nombrada una mujer. No ha sido posible.
La presidenta de la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento, Sharon Bowles, ha dicho en un comunicado que «los líderes han enviado una clara señal de cual es su idea de un proceso democrático: Una herramienta que se mantiene sobre la forma pero que se desecha cuando las verdades son inconvenientes».