euroxpress.-. Eres un amante de la montaña, comenzaste a buscar cimas por el mundo desde muy joven, y con la montaña descubriste lugares y personas que seguro que te han enriquecido. Eres un experto viajero. ¿Qué esperas de un viaje?
Jon Lazkano- Hay viajes y viajes; y motivos distintos para elegir un destino u otro. Yo busco de un viaje que me sorprenda, que me enseñe, que pueda aprender de cada país y de sus gentes, y que me entusiasme. Creo que un buen viaje es aquel que cambia tu percepción previa de la zona positivamente y que te deja un poso para un largo tiempo. No sé cuántos países he visitado, nunca me he parado a contarlos, pero el que mejor conozco y más tiempo he estado es Pakistán. No tengo un país predilecto, pero mi lugar preferido es la montaña, a través de ella empecé a viajar desde muy joven.
eXp.-Comenzaste a guiar grupos en 1992, ¿Cómo ves el mundo?
J.L.- Cada vez peor, o al menos peor que hace 20 años. El terrorismo internacional marca un poquito la agenda a la hora de elegir destino, y eso hace años no sucedía. También tiene que ver la era de la información que vivimos en la actualidad, en la que nos enteramos casi al instante de todo lo que sucede en el mundo. De todas formas, tendemos a generalizar y a meterlo todo en un mismo saco, muchas veces de manera injusta. Un claro ejemplo es Irán, un país integrado en el «eje del mal», pero, sin embargo, en pocos países el viajero se sentirá tan seguro y será tan bien tratado como por la población iraní.
eXp.-¿Se puede decir que cada vez es más difícil viajar?
J.L.- Es una percepción que se está generalizando, pero tampoco es muy real. El mundo es muy grande, a pesar de que las nuevas tecnologías y la sociedad actual de la (sobre) información se empeñen en querer hacerlo pequeño. Son ciclos: países que hace unos años tenían sus fronteras cerradas hoy los podemos visitar; otros que hasta la fecha los hemos venido visitando, no se van a poder recorrer en los próximos años, por diferentes causas. También habría que distinguir entre un conflicto bélico como el que acontece en Siria actualmente, que impide el viaje, o un conflicto de carácter social como el de Egipto que no es ninguna traba para el visitante. Pero una vez más, los mass media los engloban en el mismo saco. Además, hay que abrir la mente, buscar nuevos lugares y, sobre todo, pensar que un mismo país puede tener varios viajes diferentes. No podemos pretender conocer toda China en un solo viaje, al igual que un estadounidense no podrá conocer Europa en quince días.
eXp.-Cuando se viaja, es importante tomar medidas básicas. ¿Tú prefieres viajar por tu cuenta o en grupos organizados?
J.L.- Trabajamos con grupos, pero en el terreno particular prefiero viajar por mi cuenta. Es la forma en que he viajado siempre. Pero para ello se requiere más tiempo, mucha paciencia y capacidad de saber absorber las frustraciones y seguir adelante. Viajar supone también un aprendizaje de cómo moverse, cómo comportarse, cómo planificar con antelación y buscar soluciones a los problemas que puedan surgir por el camino.
El viajero en un viaje organizado lo que busca es no preocuparse por la organización o logística de cada día, aprovechar sus vacaciones con un viaje que optimiza al máximo los recursos y el tiempo de visita al país y, no nos olvidemos, pasarlo bien. Viajar en grupo también supone llegar a algunos lugares que de manera individual son inviables, en la mayoría de los casos por los altísimos costes que ello supone.
El que viaja por su cuenta probablemente está buscando un viaje más personal, dispone de más tiempo y la libertad, y quiere hacer «su viaje».
eXp.- ¿Viajar es adictivo?
J.L.- Sí, pero depende. Siempre que tus primeras experiencias sean positivas y agradables, uno siempre querrá más y más. De lo contrario, si tan sólo tenemos una impresión calamitosa de nuestros primeros viajes, si echamos de menos nuestra cama, la comida, si echamos de más el calor, eso «tira a muchos hacia atrás». En la mayoría de los casos es una ilusión con la que están pensando y hasta soñando durante todo un año laboral. Pero a grandes rasgos, la gente lo que busca es ver realidades diferentes a su día a día habitual, ya sea a nivel de paisaje, de cultura o de gente, o todos estos ingredientes juntos.
eXp.- ¿La mayoría de los turistas viaja con los ojos y la mente abiertos?
J. L.- Quisiera creer que sí. Cuando los vientos son favorables el viaje va rodado, entonces la cultura y el entorno de ese país que visitamos, se percibe, se interioriza y lo asimilamos todo de forma positiva y con una amplia sonrisa. Pero cuando ese mismo entorno o ciertas circunstancias no previstas (que también tienen que ver en parte con la cultura y la manera de ser de un país y de sus habitantes) se vuelve en contra y surgen las primeras dificultades. Ahí somos menos receptivos a estos contratiempos.
eXp.- Qué características tiene el viajero europeo que visita otros continentes?.
Al igual que no se pueden englobar los países en una misma tipología, tampoco se puede encasillar al viajero sobre todo porque cada vez más tiende a combinarlos. Puede haber un viajero que podríamos llamar «africano» o «asiático», enamorado de la humanidad del continente negro o de la filosofía-religiosa asiática y lo único que busca es visitar cada año algún rincón diferente de estos continentes, o incluso repetir destino. Pero a nivel general a la gente le gusta variar no sólo de países sino también de continentes.
eXp.- ¿Qué se busca en el viaje?
J.L.- La diversidad, lo diferente, sorprenderse y salir de su entorno habitual. También está el lado puramente lúdico, una evasión del día a día. Creo que un viaje debe aportarte conocimiento, experiencias y sensaciones nuevas. En parte depende también del viajero, de nuestro estado anímico, de nuestras expectativas y de nuestra apertura mental para dejarnos sorprender, dejando nuestros prejuicios en casa.
Viajar se ha socializado y lo que hace años era un sueño al alcance de unos pocos, hoy día está al alcance de mucha más gente. Y ahí puede que entre también el consumismo de nuestras sociedades.
eXp.- Tuvísteis un percance muy grave en Yemen ¿qué supuso eso para vuestra agencia?
Fue un golpe durísimo del que con mucho trabajo nos pudimos recuperar. Afortunadamente la gente nos conoce bien y sabe que somos serios en el trabajo.
Además de los organismos oficiales, manejamos mucha información de nuestros proveedores, conductores, cocineros, amigos... y con todo nos hacemos nuestra propia composición de lugar. Aunque la vida, a veces, te golpea de forma inesperada.
eXp.- Dicen que «el mundo es un libro y que quien no viaja lee sólo una página» o que «quién no viaja muere lentamente»
A nivel personal, el viajar me ha enseñado y aportado mucho. Pero tampoco creo que nadie tenga que viajar por viajar, como una obligación social. Aunque aquí si recordaría una frase del escritor Mark Twain: «Viajar resulta fatal para los prejuicios, la intolerancia y la estrechez de miras, y eso hace que mucha gente necesite hacerlo urgentemente».