Una cumbre rápida, no ha durado más de dos horas, y sin ningún acuerdo, aunque haya muchos temas sobre la mesa para discutir entre ambas partes. La tensión ha estado muy presente en una sala de prensa llena a rebosar de periodistas. Y que ha habido poco avance ha quedado claro en algunas frases del presidente de la Comisión José Manuel Durao Barroso. «Nuestras relaciones y nuestros intereses comunes son más importantes que nuestras diferencias», o el socorrido «hemos estado de acuerdo en las discrepancias».
Después de la presidencia lituana de la UE, donde se intentó reforzar la asociación con los países del Este, parece que poco se ha avanzado en ese camino. El presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, ha pedido respeto a la soberanía de los países. El presidente ruso ha dicho que está dispuesto a hablar con cualquier gobierno ucraniano, «siempre que recuperemos el dinero de los créditos aportados por Rusia», (unos 15.000 millones de dólares) y ha expuesto que sus objeciones a un acuerdo euro-ucraniano no es por falta de respeto a la soberanía de Ucrania, sino porque eso tendría un impacto económico en Rusia.
En los últimos meses las relaciones entre ambas partes se han deteriorado por la decisión de Ucrania de acercarse más a Rusia y alejarse de Europa, las protestas en Ucrania y la escalada de violencia que vive el país. Aun así las relaciones comerciales siguen en buena sintonía. En 2012 los intercambios comerciales fueron de 410 mil millones de dólares, una cifra récord. Pero Europa ha tenido que ceder y ha aceptado que ambos bloques mantengan reuniones bilaterales para analizar los programas de asociación y acuerdos comerciales que el bloque comunitario está desarrollando con sus vecinos del Este.
En relación a Ucrania, poco después de la reunión entre ambos bloques, la Alta Representante de Polítca Exterior, Catherine Ashton, ha viajado a Kiev. El presidente ruso, Vladimir Putin, ha rechazado de plano la mediación de la Unión Europea en Ucrania y ha defendido que «cuantos más intermediarios, hay más problemas», mientras que el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, ha defendido que las visitas a Kiev del comisario de Ampliación, Stefan Füle, y de la Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Catherine Ashton, buscan contribuir a estabilizar la situación en el país.
Situación complicada para la diplomacia europea, aunque el hecho de que Ucrania se haya quedado sin gobierno a lo mejor permite poder hablar entre ambas partes. Difícil pero no imposible. Ucrania se ha quedado sin gobierno después de que Yanukóvich haya aceptado la dimisión del primer ministro Mikola Azarov, y todo su equipo, y el parlamento ha acordado derogar las polémicas leyes que limitaban los derechos de manifestación y reunión. Mientras, miles de personas procedentes de otras partes del país han llegado a Kiev para dar su apoyo al gobierno pro-ruso y mantener un pulso, de momento, con la oposición atrincherada en la plaza Euromaidán.