En banquero francés ha reconocido que el BCE ha tenido que desviarse de su ortodoxia al comprar bonos españoles e italianos al observar que sus decisiones anteriores no habían sido interpretadas adecuadamente. Trichet ha confirmado que estamos en el mercado secundario, pero ha añadido que «no es lo que debemos hacer ni lo que podemos».
Trichet ha dicho que la aplicación de las medidas del BCE no son excusa para demorar la aplicación de lo acordado por los líderes europeos el pasado 21 de julio ni para adoptar las reformas aprobadas en los Estados para reducir su déficit.
Expresamente ha vuelto a instar a Italia y España a que aceleren la puesta en práctica de las reformas aprobadas, a cuyos gobiernos ha pedido «de manera extremadamente clara en los últimos días al Gobierno italiano que acelere la vuelta a una situación presupuestaria norma»l.
A su juicio es también imprescindible que se aceleren las decisiones muy importantes que se tomaron en la última cumbre de la eurozona: el segundo rescate a Grecia y la flexibilización del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera.