La ceremonia de entrega de los premios tendrá lugar el 11 de junio en el Ayuntamiento de Oslo y será presidida conjuntamente por Fabian Stang, Alcalde de Oslo; Tibor Navracsics, Comisario Europeo de Educación, Cultura, Juventud y Deporte; y Plácido Domingo, Presidente de Europa Nostra. En este acto, siete de los galardonados serán proclamados ganadores del Gran Premio, dotado con 10.000 euros para cada uno de ellos y, además, uno de ellos recibirá el Premio del Público, elegido por votación a través de la página web de Europa Nostra.
Proyectos españoles premiados. Catedral de Tarazona
La Catedral de Tarazona está situada en la provincial de Zaragoza. Su arquitectura tiene elementos góticos y mudéjares. Su construcción se inició en el siglo XII en estilo gótico francés y fue consagrada en 1232. La catedral estaba situada extramuros, algo poco frecuente, lo que quizás se puede atribuir al hecho de que, en ese lugar, hubo una antigua iglesia mozárabe.
En 1982, fue necesario cerrar la catedral debido a importantes problemas estructurales. Se redactó un Plan Director que estableció las bases para su consolidación, conservación, investigación y gestión, dando lugar a su reapertura parcial después de casi 30 años. No sólo se ha logrado salvar este edificio monumental sino que, en los trabajos, han aparecido restos muy importantes de época romana y visigótica, los cuales serán integrados en la recuperación de todo su entorno que también ha sido acometido.
"El Jurado ha considerado que lo más importante de este proyecto de restauración es el detallado y exhaustivo Plan Director, diseñado para su ejecución por fases. También constituye un excelente ejemplo de colaboración institucional entre el Obispado de Tarazona, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, el Gobierno de Aragón y el Instituto del Patrimonio Histórico Español. El Jurado destacó la participación de un numeroso grupo de profesionales en los trabajos de rehabilitación."
Valle Salado de Añana, País Vasco
El Valle Salado se encuentra en la localidad de Salinas de Añana en la provincia de Álava. Tiene una extensión de 13 hectáreas y constituye un paisaje salino único. Una reciente investigación arqueológica señala que en este valle se ha venido produciendo sal, de forma ininterrumpida, durante 6.500 años. El Valle Salado destaca por su impresionante estructura de terrazas escalonadas construidas con piedra, madera y arcilla, con canalizaciones de madera que conducen el agua salada por gravedad desde los manantiales a los pozos, así como por sus almacenes de sal y la riqueza de su biodiversidad salina.
La caída de la producción durante el siglo XX motivó un deterioro de este paisaje cultural. Pero, en la actualidad, el valle es el centro de un proceso de recuperación que incluye no sólo el paisaje, sino también la arquitectura, la industria salina y sus tradiciones. Los objetivos de este proceso han sido preservar las especiales características de este paisaje para asegurar su sostenibilidad; continuar produciendo esta sal de Añana, de gran calidad, usando las técnicas tradicionales, manteniendo la antigua experiencia de los trabajadores de la sal y llevar a cabo con su apertura al público una serie de iniciativas culturales que se están convirtiendo en un factor muy importante para el desarrollo social, económico y turístico de la región.
«Al Jurado le impresionó la magnitud de este proyecto que afecta no sólo al paisaje del valle, sino también a la economía de sus habitantes, lo que ha supuesto la recuperación de una industria que ha estado en activo desde tiempos remotos hasta épocas muy recientes. El Jurado señaló también que la exportación de la sal ha hecho que este valle sea conocido en las cocinas más prestigiosas no sólo del País Vasco, sino a nivel internacional.»
Aprendiendo de las Cuencas: Hacia una puesta en valor del Paisaje Cultural de las Cuencas Mineras Asturianas
Esta publicación se basa en un importante proyecto de investigación sobre la experiencia de un cambio muy rápido en un entorno especial. Ofrece una nueva mirada de los paisajes culturales surgidos a consecuencia de la actividad minera. Estos paisajes, sometidos a un fuerte proceso de industrialización, se han visto sensiblemente alterados en un breve periodo de tiempo. En pocas décadas, han pasado de ser unos valles naturales de estructuras económicas y sociales de carácter rural a incorporar en su seno pujantes aglomeraciones urbanas de inesperada intensidad. Esto ha propiciado la aparición de modelos edificativos profundamente heterodoxos. Se trata de arquitecturas híbridas, artefactos mutantes que hoy en día son capaces de ofrecer interesantes lecciones arquitectónicas. Esta obra trae a primera plana la dificultad de gestionar este entorno en una era post-industrial.
«El Jurado quedó muy impresionado con esta publicación, focalizada en la historia de un paisaje complejo y desorganizado. Proporciona también ejemplos para muchas otras zonas de Europa que han sufrido cambios similares como resultado de una industrialización rápida y falta de planeamiento, seguida por una brusca caída. El sentimiento de una doble pérdida, primero de una idílica zona rural y, después, de una gran prosperidad industrial queda positivamente reflejado en este libro como una celebración de la riqueza de la diversidad arquitectónica.»