Tres hombres que cambiaron la Historia de Europa

Hace 20 años, eran políticos en activo y con gran poder. Tuvieron la oportunidad de cambiar la Historia de Europa y la aprovecharon. Con firmeza e indecisiones, pasos adelante y atrás, el canciller de la RFA, Helmut Kohl, el presidente de Estados Unidos, George Bush (padre) y el presidente de la URSS, Mijail Gorbachov, consiguieron que el 9 de noviembre de 1989 se abriera el muro de Berlín y arrancara la reconciliación europea.

Veinte años después, Kohl, Bush y Gorbachov son tres ancianos que reconocen que fue la Historia la que jugó a su favor y que el mérito es exclusivamente de los alemanes de uno y otro lado.

Bush, Gorbachov y Kohl posan ante restos del muro de Berlín/Foto:Bild

Comienzan en Berlín los actos conmemorativos de la caída del muro, el 9 de noviembre de 1989. Los tres dirigentes políticos que permitieron y consiguieron que Alemania volviera a ser un solo país han sido homenajeados este sábado en la capital federal.

Emoción, nostalgia y recuerdos en Helmut Kohl, George Bush (padre) y Mijail Gorbachov, que cuentan hoy su aventura como tres abuelos orgullosos de lo que pudieron hacer e hicieron.

Kohl, 79 años, en silla de ruedas y con dificultades en el habla, confiesa que los alemanes no tienen muchos motivos para sentirse orgullosos de su Historia, pero «tenemos todos los motivos del mundo para sentirnos orgullosos de la reunificación alemana». Hoy recuerda con satisfacción el espíritu de cooperación que había entre los mandatarios entonces, mientras asistían a la caída del comunismo y el fin de la guerra fría.

Gorbachov, 78 años, impulsor de la «perestroika» en la URSS y Premio Nobel de la Paz en 1990, pide disculpas a su amigo Kohl cuando reconoce que, en un primer momento, él no estaba de acuerdo con la reunificación, como tampoco Margaret Thatcher o François Mitterrand. Pero se esfuerza en homenajear a los que murieron intentando atravesar el muro de Berlín. «Ellos fueron los héroes. Nosotros no queremos atribuirnos el mérito de lo obtenido por las generaciones pasadas».

Bush, 85 años, se ayuda de un bastón para andar, elogia a Gorbachov, por «su extraordinaria visión de futuro» al iniciar los cambios en la antigua Unión Soviética, pero también quiere dejar claro que lo que les reúne ahora en Berlín «no comenzó en Bonn, Moscú o Washington, sino en los corazones y las mentes de que los que durante tanto tiempo habían estado desprovistos de sus derechos».

En el acto, el presidente de Alemania, Horst Köhler, reconoce el trabajo y la voluntad política de estos tres ancianos, héroes para generaciones posteriores de europeos, y mira hacia adelante, hacia la nueva Europa del Tratado de Lisboa y hacia una Rusia «que debe incluirse en la política exterior y de seguridad de la UE.» euroXpress