El portavoz del nuevo gobierno griego, Dimistris Tsiodras, informó de que la canciller alemana, Angela Merkel, había sugerido al presidente de Grecia, Karolos Papulias, que se convoque un referéndum sobre la permanencia de Grecia en la eurozona el próximo 17 de junio, coincidiendo con las elecciones legislativas.
El portavoz dijo que había trasladado la propuesta a los dirigentes políticos griegos y así debió ser por las contundentes respuestas que recibió. El presidente de la conservadora Nueva Democracia, Antonis Samaras, ha pedido «respeto» para el pueblo griego, ante lo que considera una petición «desafortunada» e «inaceptable». El líder de la coalición de izquierda radical, Alexis Tsipras, dijo que «la señora Merkel se ha acostumbrado a dirigirse a los líderes políticos de Grecia como si este país fuera un protectorado». La jefa del Partido Comunista griego, Aleka Papariga, calificó la propuesta de «chantaje».
Para entonces, de nada valía ya el desmentido del gobierno alemán. «Las informaciones no son correctas» dijo un portavoz de la cancillería. Después se explicó más, al señalar que Merkel ratificó ante Papulias el compromiso de Alemania y los socios europeos con el futuro de Grecia, tal y como Merkel había señalado públicamente en su encuentro con el nuevo presidente francés, François Hollande.
Aun así, fuentes de la presidencia griega han insistido en la veracidad de la noticia y han confirmado que el comunicado del gobierno interino refleja la realidad. El mal está hecho, en cualquier caso, y puede provocar un aumento del rechazo de los votantes griegos a la postura de la eurozona, representada por la canciller alemana.
En los últimos días, las intervenciones de los jefes de gobierno europeos y de los líderes de las instituciones comunitarias sobre la situación en Grecia tienen un tono de aviso al electorado sobre las consecuencias de un posible voto mayoritario a las fuerzas políticas que se oponen a respaldar el rescate de la troika en las actuales condiciones.
Mientras se conocía la noticia y el desmentido, Angela Merkel volaba a Washington para participar en la cumbre del G8. Según la web del gobierno alemán, la canciller defenderá en Camp David una estrategia de la eurozona para salir de la crisis basada en dos pilares: consolidación presupuestaria y crecimiento, pero un crecimiento a base de reformas estructurales y no de crédito, que nos llevaría de vuelta al comienzo de la crisis.
El episodio de Merkel y el gobierno interino griego se produce el mismo día en que el comisario de Comercio, Karel De Gucht, decía en una entrevista que la Comisión Europea y el Banco Central Europeo se preparan para una hipotética salida del euro. Otras declaraciones después desmentidas por un portavoz del ejecutivo comunitario.