Los 27 embajadores de los países de la UE han alcanzado un principio de acuerdo para imponer un embargo de armas a Siria y estudiar medidas adicionales contra el régimen de Bashar Al-Assad, que sigue reprimiendo las revueltas contra su régimen con tanques y artillería.
Este viernes, el ejército sirio ha bombardeado la ciudad de Deraa. Medios de comunicación árabes informan de ataques masivos contra la población civil y la utilización de blindados para reprimir las manifestaciones.
Sin embargo, la respuesta de la comunidad internacional sigue siendo tímida. Poco después de que la Casa Blanca anunciara sanciones contra familiares del presidente sirio, que incluyen la congelación de sus bienes en territorio estadounidense y la prohibición de realizar negocios, los 27 se planteaban la imposición de sanciones que todavía tienen que ser confirmadas.
La responsable de la política exterior europea, Catherine Ashton, dice en un comunicado que la UE ha abierto el procecimiento para un embargo de armas y materiales usados en la represión y estudiará urgentemente otras sanciones para forzar un cambio en las políticas del gobierno sirio. Según fuentes diplomáticas, sería la prohibición a las autoridades sirias de viajar a Europa o congelar los activos de Al-Assad y de las entidades vinculadas al presidente, además de suspender el programa de ayudas, previsto en 40 millones de euros anuales.
Sobre la mesa está también la suspensión de los fondos para infraestructuras previstos por el Banco Europeo de Inversiones, que ascienden a 1.300 millones de euros, pero no ha habido consenso entre los 27 sobre este punto. Posiblemente se seguirá negociando hasta tener un acuerdo definitivo en la reunión de ministros de Exteriores del 12 de mayo.
Ashton urge al gobierno sirio a que «atienda las legítimas demandas del pueblo mediante reformas políticas y lamenta que el levantamiento del estado de emergencia, anunciado por Al-Assad no se haya llevado a la práctica.»
Algunos analistas de la prensa europea han llamado la atención sobre la urgencia con que se tomaron medidas contra el régimen libio y la tardanza en actuar contra el gobierno sirio, en situaciones relativamente similares. La diferencia es que Siria es esencial en la estabilidad de Oriente Próximo y en el proceso de paz entre israelíes y palestinos.
Las promesas de apertura de Al-Assad han frenado la intervención europea y no se ve una alternativa creíble al actual gobierno. De ahí, que tampoco Obama esté forzando el cambio, a pesar de las críticas que recibe por su inmovilismo. El diario Washington Post ha calificado la postura de la Casa Blanca de moralmente vergonzosa.
Después de que el Consejo de Seguridad de la ONU no consiguiera el consenso necesario para condenar a Siria, por la oposición de China y Rusia, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en una sesión de urgencia en Ginebra, aprobó este viernes una resolución de propuesta por Estados Unidos, con 26 votos a favor, nueve en contra y siete abstenciones. Las delegaciones de Jordania, Catar y Barein no estuvieron presentes en la votación.