Rusia además ha sido multada con 120.000 euros, otra vez por disturbios, lanzamiento de bengalas y exhibición de «banderas ilícitas» en el partido del pasado viernes ante la República Checa. La Federación rusa puede apelar esta decisión.
Más de 200 seguidores rusos y polacos fueron detenidos el martes en Varsovia, tras los disturbios que protagonizaron antes y durante el partido entre Rusia y Polonia,considerado de alto riesgo, por la histórica rivalidad entre las dos aficiones. Varias personas resultaron heridas en los enfrentamientos, incluidos diez policías. La ministra polaca de Deportes, Joanna Mucha, señaló que «los arrestados no eran verdaderos hinchas sino ultras radicales que no han venido a disfrutar de la fiesta del fútbol».
En un comunicado, la UEFA ha condenado «los incidentes aislados» de Varsovia, que se produjeron «cuando varios grupos de alborotadores lanzaron objetos a la policía y atacaron a los aficionados de ambos equipos de forma indiscriminada». La UEFA afirma que su filosofía consiste en «crear un ambiente acogedor junto con un enfoque de perfil bajo por parte de las autoridades policiales. Todo debe estar centrado en facilitar el disfrute de los partidos por parte de los verdaderos aficionados al fútbol y en aislar al pequeño porcentaje que quiere crear problemas».