El presidente italiano, el tecnócrata Mario Monti, ha echado para atrás las ilusiones de muchos italianos y de gran número de deportistas que ya habían apoyado la candidatura romana. «Hemos llegado a la conclusión unánime de que en las condiciones actuales de Italia, el Gobierno no es capaz de asumir el compromiso de ofrecer la garantía financiera necesaria para organizar los Juegos Olímpicos», dijo este martes.
Roma contaba ya con un comité promotor, dirigido por el influyente Mario Pescante, actual vicepresidente del COI, y «un gran proyecto», en palabras del propio Monti, incapaz de ofrecer un apoyo «solo por cuestiones económicas». La capital italiana ya organizó los Juegos de 1960.
Las otras ciudades que aspiran a ser sede olímpica en 2020 han presentado sus opciones ante el COI en Lausana: Tokio (Japón), Estambul (Turquía), Doha (Emiratos Árabes Unidos), Bakú (Azerbaiyán), y Madrid (España).
Entregadas las credenciales deportivas y organizativas madrileñas, el presidente de la candidatura, Alejandro Blanco, ha reconocido que «España tiene una situación complicada por el tema económico» pero «en momentos de crisis hay dos soluciones: esconderse o decir 'aquí estoy yo' presentando la candidatura porque creo que es bueno para la ciudad y para el país».