«Queremos negociar nuevamente la posición de Gran Bretaña en la Unión Europea». Éste es el objetivo del primer ministro británico, David Cameron, que ya se ha puesto manos a la obra para conseguirlo.
Tras su victoria por mayoría absoluta en las recientes elecciones, un resultado que no vaticinaban las encuestas, el líder conservador ha convertido la opción del referéndum sobre la permanencia de su país en la Unión Europea en una de sus grandes prioridades.
Ha comenzado a trabajar en el tema apenas a tres semanas de ser elegido. Pero más allá de lo que diga la ciudadanía británica en la consulta a la que se comprometió durante la campaña electoral, Cameron quiere otra Europa. Y para lograrlo negocia con sus homólogos europeos. Ya ha visitado Holanda, Francia, Alemania y Polonia.
«La prioridad es reforzar la UE para hacerla más competitiva y responder a las preocupaciones del pueblo británico», ha recalcado en público Cameron, al que no le sirve el statu quo. Mientras tanto, sus vecinos no quieren una UE sin Reino. «El interés de Europa y del Reino Unido es seguir juntos», ha subrayado por ejemplo el presidente de Francia, François Hollande, en una comparecencia ante los medios junto al líder británico, en la que ha especificado que «en las próximas semanas y meses habrá discusiones con la Comisión Europea y con el Consejo Europeo».
Antes, en La Haya, tanto el presidente holandés, Mark Rutte, como Cameron se mostraron de acuerdo en que Bruselas no se inmiscuya en todos los asuntos estatales: «Europa cuando sea necesario, pero naciones siempre que sea posible», fue el mensaje conjunto. Ambos líderes también coincidieron en la necesidad de que el presupuesto comunitario «esté bajo control».
Inmigración y mercado
El futuro de Gran Bretaña en la Unión pasa por que los países tengan un mayor poder de decisión y por medidas como que las personas que emigren desde otros países europeos a Gran Bretaña no reciban automáticamente ayuda social, según ha escrito el mismo Cameron en el Financial Times. «La UE necesita tener la flexibilidad de una red y no la rigidez de un bloque», ha apuntado el premier en Berlín, en su tercera visita de una ruta que le llevará por 27 países.
A la canciller alemana, Angela Merkel, le ha parecido bien, o por lo menos no del todo mal. «Cuando hay voluntad, se encuentra el camino. Es algo que Europa ya demostró con frecuencia», ha afirmado la política democristiana, quién también ha marcado unas líneas rojas en la negociación: el mercado único y la libertad de circulación. Tajante en contra de la salida de Gran Bretaña de la UE, Merkel está dispuesta a dialogar y buscar soluciones, sabiendo que el acuerdo será sencillo en algunas cuestiones y precisará de largas negociaciones en otras. Por ejemplo, propuso vincular el estudio de la libertad de circulación que pide Cameron con el mercado laboral y el sistema social para hallar una solución que también podría interesar a Alemania.
Según el diario alemán Süddeutsche Zeting, «para Merkel es importante el peso político de la Unión, que evidentemente sería mucho menor si un país tan importante [en referencia al Reino Unido] se separase de ella»; «su mensaje político para Cameron es que, si decide irse, el peso relativo de su país en el mundo se verá aún más mermado», se lee en el rotativo. Es decir, ambas partes saldrían perjudicadas.
Una potencia económica
Lo que parece claro es que una Unión Europea sin Gran Bretaña sería más débil, al menos económicamente. Este país representa casi el 12,5 por ciento de la población de la UE, el 14,8 por ciento de su economía, y el 19,4 por ciento de sus exportaciones (excluido el comercio dentro de la UE), según los datos del think tank European Council On Foreign Relations. Además, es el hogar de unos dos millones de ciudadanos de la UE, y sigue siendo uno de los mayores contribuyentes netos a su presupuesto: el 12 por ciento de sus fondos totales, según la misma fuente.
En Alemania son conscientes de ello. La Asociación Alemana de la Industria (BDI, por sus siglas en alemán) ha reconocido que la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea sería perjudicial para la economía germana: «Un Brexit (como se conoce a la posible 'salida', jugando con el término 'exit' y la palabra 'Britain') nos llevaría a todos a un callejón sin salida», ha afirmado el director general de este organismo.
De momento Cameron ya ha anunciado un referéndum y ha comenzado a promover el debate y a repensar Europa fuera de sus fronteras.