La mayor parte de los ciudadanos de la UE la ven como una parte decisiva de la solución de la crisis económica de ahí que una gran mayoría, el 75%, esté a favor de reforzar la coordinación de las políticas económicas y financieras.
Un número elvado de europeos es consciente de los desafíos a los que deben enfrentarse todos los países, un 74% reconoce que el suyo necesita reformas para afrontar el futuro y un 71% está dispuesto a soportar los sacrificios que esas reformas conlleven pensando en las generaciones futuras.
Son mayoría los que creen que la UE ha establecido las prioridades adecuadas para la recuperación económica, el 92% cree que es necesario la modernización de los mercados laborales para aumentar el empleo y que ayudar a los pobres y a los excluidos sociales debería ser una prioridad. El 90% está a favor de una economía que utilice menos recursos naturales y que emita a la atmósfera menos gases de efecto invernadero.