No tuvo su día el madridista que se mostró gruñón en el campo y torpe en los disparos, en un partido que resultaba decisivo para Portugal tras la derrota ante Alemania en la primera jornada. Dinamarca salió al campo con la actitud contraria, con la confianza que da haber derrotado a la selección holandesa que partía como favorita en este torneo.

Con esas predisposiciones empezó el encuentro, mandando Dinamarca mientras Portugal se orientaba. La mala suerte para los nórdicos obligó a Zimling a retirarse por lesión en el minuto 14 y la cosa cambió.

La selección portuguesa cada vez se acercaba más a la portería rival y Cristiano erró en su primera oportunidad con un disparo desviado. Pero la insistencia de sus compañeros suplió las carencias del delantero del Real Madrid. En el minuto 24, Pepe inauguraba el marcador luso con un remate de cabeza.

Dinamarca se arrugó con la desventaja y eso provocó más decisión en los de Paulo Bento, a pesar de otra oportunidad perdida por Ronaldo. A cambio, Nani facilitaba las cosas para los portugueses y Hélder Postiga definió un buen tiro que ponía a Portugal en las nubes con el 2-0.

Para Dinamarca ya no había alternativa. O ataque o muerte. Asi que reaccionaron con fuerza y enseguida Niklas Bendtner se encontró ante la meta rival sin portero para marcar decididamente.

Al poco de comenzar el segundo tiempo, Portugal pudo haber sentenciado. Cristiano se encontró ante la portería de Andersen en dos ocasiones sin resolver y los daneses apretaban mientras el conjunto luso perdía la orientación. En ésas, de nuevo Bendtner con un cabezazo llegó al poste y el balón entró.

La igualada colocaba a Portugal con un pie fuera de la Eurocopa pero apareció en el césped Silvestre Varela para dar aire. Primero se equivocó y enseguida acertó poniendo el marcador en un 3-2 que da vida a la selección portuguesa y mantiene expectativas para Dinamarca.