Este verano, los rumanos que van de vacaciones a los balnearios del Mar Negro en Bulgaria están encontrándose la sorpresa de ver a agentes de policía de su país, vistiendo su uniforme reglamentario, vigilando las zonas turísticas.
Desde que ambos países ingresaron en la UE, el tráfico de personas se ha incrementado notablemente. Ahora se calcula que un millón de rumanos viaja como turista a Bulgaria cada año y que muchos de ellos son víctimas de asaltos y robos, especialmente en verano. De modo, que las autoridades de ambos países firmaron en junio un acuerdo para que sus respectivas policías colaborasen en un plan de vigilancia y asesoramiento a los rumanos en sus vacaciones. Según fuentes policiales, la medida ha incrementado las visitas de rumanos a la costa búlgara en un 10%.
El acuerdo es bilateral, pero no ha habido necesidad, de momento, de establecer patrullas conjuntas en Rumania, dado el escaso número de búlgaros que viajan al país vecino. euroXpress