El comisario europeo de Salud y Política de Consumidores, John Dalli, ha dicho que durante esos siete años los fabricantes e importadores de medicamentos tradicionales a base de plantas han tenido tiempo suficiente para demostrar que sus productos cumplen todas las normas que exige la UE.
Para estos medicamentos se estableció un procedimiento simplificado que permite el registro sin necesidad de pruebas de inocuidad o ensayos clínicos que es lo normal para las medicinas. En su lugar, el solicitante debe presentar una documentación en la que se justifique que no es nocivo en las condiciones de uso que se especifican, y que lleva utilizándose desde hace más de treinta años, de ellos al menos quince en la UE, sin que hayan producido problemas a los consumidores. En esta categoría se incluyen los medicamentos chinos y los ayurvédicos. Los que no estén registrados este sábado 30 de abril no podrán ser puestos a la venta al día siguiente, 1 de mayo.
La Comisión Europea deja bien claro en esta directiva de medicamentos a base de plantas que no prohíbe los complejos vitamínicos y minerales, ni las infusiones y que no condena las terapias alternativas, la homeopatía, las plantas ni los libros sobre plantas.