Plan Internacional ha comenzado la distribución de alimentos y utensilios para cubrir las necesidades más básicas entre los desplazados internos en Sudán del Sur, debido al conflicto que ha forzado a huir a miles de civiles de la nación más joven de África Oriental.
En colaboración con el Programa Mundial de Alimentos (PMA), la organización de protección y promoción de los derechos de la infancia, ha distribuido hasta el momento productos alimenticios variados, entre los que se incluyen sorgo , frijoles, aceite y sal a más de 28.000 personas, de las cuales 13.221 son niños y niñas. En los próximos días se espera llegar a más de 35.000 personas que han buscado refugio en Nimule, una pequeña ciudad en el estado de Equatoria Oriental, en Sudán del Sur.
«Plan Internacional centra ahora todos sus esfuerzos en cubrir las necesidades humanitarias más urgentes. En algunas áreas los desplazados viven en condiciones extremas. Las principales necesidades son alimentos nutritivos, agua, otros utensilios como tiendas de campaña para el refugio, asistencia médica y protección de la infancia en espacios seguros», dice Gyan Adhikari, director Plan Internacional en Sudán del Sur.
El conflicto que estalló en Sudán del Sur el pasado 15 de diciembre 2013 ha provocado el desplazamiento de más de 800.000 personas, de las que 739.700 personas son desplazados internos, la mayoría de ellos mujeres, niños y niñas. Los desplazamientos masivos en busca de zonas seguras, provocan además un parón en la actividad de muchas ciudades, dando lugar a la desestructuración social de algunos pueblos y aldeas a lo largo de todo el país.
«La situación de Sur Sudán supone un enorme desafío para las organizaciones que estamos trabajando en el terreno. Debemos conseguir agua potable, instalaciones sanitarias seguras y espacios para que la infancia pueda jugar y retomar sus estudios. Desde Plan Internacional estamos haciendo un esfuerzo muy grande para intentar resolver los problemas, pero para ello necesitamos más recursos» asegura Concha López, directora general de Plan Internacional en España.
«Estamos muy contentos por la comida que nos han dado, así mi madre no tendrá que mendigar para darnos de comer», comenta Tabitha, una joven de 16 años, después de recibir su ración de alimentos. Tabitha y su amplia familia huyeron del condado de Bor, situado en el estado de Jonglei, en la parte central de Sudán del Sur, para asentarse en Nimule. A su llegada decidieron alojarse en una antigua escuela. Desde el momento en el que llegaron, han sobrevivido gracias a la generosidad de la comunidad ya asentada, les dieron comida, colchonetas, agua y utensilios de cocina.
La ayuda alimentaria que Plan Internacional ha proporcionado hasta el momento supone un alivio para miles de desplazados y sus familias. «Tengo 10 niños en casa y todos están esperando que les lleve algo de comer. Estoy feliz porque me habéis dado alimento y ahora puedo cocinar para ellos. Ahora sólo tengo que buscar a alguien que me preste una olla», dijo Nyandeng, muy feliz tras recibir sus porciones de alimento.
«Lo más difícil es no tener nada que comer. Siempre tenemos hambre. Ahora puedo decir que estoy feliz por la comida que nos ha dado Plan» dijo Atem, de 17 años.
El acceso a la alimentación es un reto complicado para los desplazados internos en Nimule, ciudad que actualmente alberga a más de 35.000 desplazados internos. Muchos de ellos han viajado durante días en barco hasta llegar a esta ciudad situada cerca de la frontera con Uganda. Durante el camino, la escasez de agua y alimento y las enfermedades son amenazas constantes, en particular para los niños y niñas.
«Tuvimos que pelear para entrar en el barco que nos traia, todo el mundo quería un sitio. Por suerte, pude subirme con mis cuatro hijos. El viaje fue duro, no teníamos comida, ni agua, ni calzado. El hijo de una de las mujeres que viajaba con nosotros enfermó durante el camino, se puso muy débil y no pudo aguantar, murió cuando llegamos a Nimule», comenta apenada Rachael, de 28 años de edad.
A pesar de que el alto al fuego llegaba hace unos días con el acuerdo entre ambas partes del conflicto, la inestabilidad de la situación en algunas zonas del país sigue representando una amenaza para el retorno seguro de los desplazados internos.
«Cuando comenzaron a llegar las familias a Nimule, hace más de un mes, apenas tenían nada para comer. Esta es la primera distribución de alimentos que se ha llevado a cabo en la zona. La situación es muy preocupante, la gente necesita de todo», dice Hailit Ghebrehiwet, Coordinador del programa de Emergencia de Plan Internacional en Sudán del Sur. Para Salva Ben, coordinador de Plan Internacional para la Comisión de Socorro y Rehabilitación de Sudán del Sur, «el principal desafío para los desplazados internos es el acceso a la alimentación, hoy estamos contentos porque hemos podido iniciar la distribución de víveres».
Plan Internacional también está dando apoyo, a los niños y niñas menores de cinco años que sufren malnutrición, a través del programa de alimentación complementaria implantado en Awerial, en Lakes State. Además la organización lleva a cabo otras tareas en áreas de agua y saneamiento, educación en situaciones de emergencia.
El mes pasado Plan Internacional hizo un llamamiento de emergencia para recaudar 10.000.000 dólares con lo que pretende llegar a miles de niños y niñas y a todas esas familias que han buscado refugio fuera de sus fronteras. NP de Plan Internacional