Pamplona se sumó tarde a las candidaturas para ser capital cultural europea en 2016 pero sus promotores aseguran que eso no va a condicionar su éxito. Acaban de presentar su programa europeo y «tenemos tantas posibilidades como la mejor, como cualquier otra ciudad del resto de España. Las expectativas que tenemos son las que corresponden al trabajo que hemos realizado durante todos estos años», asegura la concejala de cultura, Paz Prieto.
La fama mundial de los Sanfermines da nombre a la ciudad, pero es un arma de doble filo. Pamplona quiere presentarse ante Europa sin los tópicos del toro, la juerga y Hemingway. Su apuesta es buscar nuevas dimensiones al concepto de fiesta con la idea de encuentro cultural.
Desde el Camino de Santiago a los Encuentros del 72 que abrieron España a las nuevas vanguardias artísticas, Pamplona busca en sus raíces para aproximar a Europa esa idea que la ciudad y toda Navarra vive también como cruce de culturas y lenguajes.
El objetivo último es que Pamplona sea un escenario público de cultura interdisciplinar. Para conseguirlo, hay que movilizar a una población no tan entusiasta, reconocía Pedro Lacunza, director del proyecto, en El Cultural, de El Mundo. «No jugamos a perder. Tenemos los pies en la tierra pero la cabeza mirando a las estrellas». euroXpress
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