La final fue menos disputada de lo que se esperaba a priori, ya que el serbio se vio superado en todo momento por un implacable Rafa Nadal que exhibió su mejor tenis sobre la tierra batida de Montecarlo, sin darle la menor opción al número uno del mundo de cambiar el signo del partido, desquitándose de este modo de una racha de 7 derrotas consecutivas frente a Djokovic.
Todo hacía presagiar al comienzo del encuentro que éste iba a ser uno de esos grandes duelos a los que nos tienen acostumbrados las dos mejores raquetas del momento. Novak se sentía muy cómodo sobre la pista, y Rafa se defendía de manera formidable, hasta que la pérdida del primer servicio por parte del serbio, lo que supuso el 1-3 a favor del español, cambió el rumbo del encuentro. Con una nueva rotura por parte del español en el noveno juego, consiguió el manacorí alzarse con el primer set y poder distanciarse de manera clara en el encuentro.
En el segundo set el partido se decantó por completo para el lado del español, que veía como se iba acercando esa ansiada victoria frente a su bestia negra en este último año, sin que un fallón Djokovic pudiera hacer nada para cambiar ese previsible desenlace, siendo lo único destacable por parte del serbio la consecución de un «break» en blanco para poner el set en 1-4 a favor de Nadal. Con un saque directo el español se hizo con la victoria, siendo el marcador final 6-3 y 6-1.
«Yo he estado en pelín más sólido mental y físicamente cuando el partido se ha puesto difícil», dijo Nadal. «Ganar aquí es increíble, éste es mi evento favorito durante todo el año», añadió el español. «Eres un gran campeón y has merecido ganar hoy», comentó Djokovic en la entrega de trofeos.