Por primera vez, el Parlamento europeo ha celebrado una sesión de control al ejecutivo. El presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, se ha sometido a las preguntas de los eurodiputados. Cuando el británico Nigel Farage, del grupo Europa de la Libertad y la Democracia, ha cuestionado el apoyo a Tony Blair como favorito para la presidencia estable del Consejo Europeo, un discreto Barroso respondió sólo que «no hay acuerdos ocultos ni negociaciones secretas».
Está previsto que los jefes de Estado y de gobierno de los 27 negocien a finales de mes el nombre de la persona que ocupará ese cargo, una de las grandes novedades del Tratado de Lisboa que, si se superan los obstáculos de la República Checa, debería entrar en vigor a finales de año o principios del próximo.
Hoy, en Estrasburgo, Barroso no ha hablado de nombres, pero sí ha dicho que es partidario de «un presidente del Consejo fuerte, que dé coherencia y trabaje mano a mano con la Comisión en el proyecto europeo».
El nombre de Tony Blair figura efectivamente en todas las quinielas. Se valora sobre todo que es una figura conocida en todo el mundo que daría visibilidad al nuevo cargo. Sin embargo, cada vez son más sus detractores. En su contra juega que el Reino Unido no aceptó el euro ni el Tratado de Schengen y sobre él se critica especialmente su papel junto a Bush en la guerra del Golfo, que provocó una fuerte división entre los líderes europeos.
También la Comisión europea debe renovar a sus miembros enseguida, aunque su mandato se prorroga hasta ver qué pasa con el nuevo Tratado, así que Barroso ha escrito una carta a los líderes de cada Estado de la UE para pedirles que presenten mujeres candidatas para ser comisarias europeas. Barroso dice estar muy preocupado por el problema del equilibrio de género.
En la sesión de control de la Eurocámara, a preguntas de los eurodiputados, Barroso consideró que el Tratado de Lisboa está adoptado ya por los 27, sólo a la espera de lo que resuelva el Constitucional checo, respaldó a la comisaria Neelie Kroes sobre el apoyo de Alemania a Opel y se mostró confiado en que el Consejo adopte una posición contundente sobre reducción de emisiones de CO2 para llevar a la Cumbre del Clima de Copenhague en diciembre. euroXpress