El Índice de Desarrollo Humano del PNUD pone en entredicho la austeridad y recuerda que 2.200 millones de personas son pobres en el mundo
J. Marcos y Mª Ángeles Fernández
El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) ha reclamado a los líderes mundiales más políticas sociales y de empleo para reducir la vulnerabilidad de la población. Esta petición es uno de los temas principales que aborda el Informe sobre Desarrollo Humano 2014, que fue presentado recientemente y que en esta edición se centra en vulnerabilidad y resiliencia.
En la presentación del informe también se hizo hincapié en los datos de empobrecimiento: 2.200 millones de personas son pobres o se encuentran al borde de la pobreza, fue el titular destacado por el PNUD. Según las mediciones de pobreza basadas en ingresos, 1.200 millones de personas viven con 1,25 dólares al día o menos. Sin embargo, las últimas estimaciones del Índice de Pobreza Multidimensional del PNUD revelan que casi 1.500 millones de personas, de 91 países calificados como en desarrollo, viven en situación de pobreza multidimensional, con carencias concurrentes en salud, educación y nivel de vida. Y aunque en términos generales la pobreza está disminuyendo, casi 800 millones de personas se enfrentan al riesgo de volver a caer en ella por causa de alguna crisis o adversidad.
Este informe del PNUD, que se presenta anualmente desde 1991, ofrece un índice de 'desarrollo' para los países alejado del tradicional Producto Interior Bruto (PIB), que únicamente atiende a datos económicos. Este Índice de Desarrollo Humano (IDH) se basa en tres parámetros principales -renta per cápita, esperanza de vida y nivel educativo- y busca un concepto de desarrollo integral y alejado de los índices macroeconómicos. Además suele incluir variables por género y el concepto de desigualdad, entre otras.
El informe hace un llamamiento al logro del acceso universal a los servicios sociales básicos, como la salud y la educación; medidas de protección social más firmes, incluidas pensiones para las personas de edad y prestaciones de desempleo; y un compromiso con el pleno empleo. Todas las medidas que se adopten en tal sentido reducirán la vulnerabilidad», explicó la administradora del PNUD Helen Clark, durante la presentación del informe que tuvo lugar en Tokio. «El informe exhorta a que las instituciones y las leyes tengan más en cuenta las necesidades y creen sociedades más justas e incluyentes», añadió.
Noruega líder
De nuevo Noruega lidera este índice, seguido por Australia y Suiza. En total, entre los diez primeros puestos hay cuatro países europeos (Países Bajos en el cuarto lugar y Alemania en el sexto). En 2013, eran seis países los europeos en el ranking 'top 10': Noruega lideraba, Países Bajos también ocupaban la cuarta posición, Alemania la quinta, Irlanda la séptima, Suecia la octava y Suiza la novena. Sierra Leona, Chad, República Centroafricana, República Democrática del Congo y Níger continúan ocupando los últimos lugares del ránking.
España ocupa el puesto 27, con una medición de 0,869 (el 1 sería el mejor resultado y el 0 el peor), mientras que el año pasado ocupaba el puesto 23 con un índice de 0,885. La mejor posición de España fue en 1995, cuando era el noveno país del mundo. El economista paquistaní Jalid Malik, autor principal del informe, explicó durante la presentación que en el caso de España «habría que analizar si fue buena idea aplicar la austeridad con un 60 por ciento de desempleo juvenil», y afirmó que «cada vez hay más economistas en todo el mundo que defienden una visión alternativa» a esta estrategia económica, según recogieron las agencias.
El índice de desarrollo humano que elabora el PNUD ha desacelerado su crecimiento en todas las regiones del mundo desde el año 2008, coincidiendo con la crisis económica y financiera mundial. En Asia y la región del Pacífico, los Estados Árabes y América Latina y el Caribe, la media de la tasa de crecimiento anual del IDH se redujo en un 50 por ciento aproximadamente, si se comparan los periodos 2000-2008 y 2008-2013.
Por primera vez se han registrado retrocesos significativos en tres países incluidos en la categoría de alto desarrollo humano: Irlanda, Grecia y Chipre. Los casos de estos tres países europeos se debe sin duda a «políticas inadecuadas» y al «mal funcionamiento de las instituciones y de las políticas sociales», según apuntó autor principal del informe.
Las políticas de austeridad en la Unión Europea han sido puestas en el punto de mira porque han causado «severas presiones sobre las estructuras sociales» y un aumento de la pobreza en más de la mitad de los estados miembros y en los grupos más vulnerables como niños, inmigrantes y discapacitados.
El Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas aboga por la lucha por el pleno empleo, «reconociendo que el valor del empleo se extiende mucho más allá de los ingresos que genera», recoge el informe. El 80 por ciento de la población global carece de sistema de pensiones y de seguro de desempleo, y unos 1.500 millones de trabajadores o la mitad de la fuerza laboral mundial tienen puestos de trabajo «informales o precarios», destaca también el informe. Especial preocupación muestra el PNUD por el desempleo juvenil, ya que la tasa mundial de desempleo juvenil en 2012 se estimaba en un 12,7 por ciento, casi tres veces superior a la tasa relativa a los adultos.
Ingresos desiguales
El Informe de 2014 revela que, en términos generales, el nivel de desigualdad se ha visto reducido ligeramente en la mayoría de las regiones, según muestran las mediciones del Índice de Desarrollo Humano ajustado por la Desigualdad (IDHD), otro de los datos que ofrece el informe. Sin embargo, la desigualdad en los ingresos ha aumentado en varias regiones, también entre los países con un desarrollo humano muy alto. A pesar de registrar la mayor caída en desigualdad general durante este año, la región de América Latina y el Caribe mantiene la cota más elevada del mundo en cuanto a desigualdad de los ingresos.
El IDHD, que se calcula para 145 países, muestra que los niveles más bajos de desigualdad se encuentran en Noruega, Finlandia y República Checa. Y cuando se analiza el Índice de Desigualdad de Género (IDG), Eslovenia ostenta la mejor posición, mientras que Yemen muestra la mayor desigualdad en relación al género.