El barítono alemán, Dietrich Fischer-Dieskau, retirado de los escenarios en 1992 ha muerto a los 86 años. Estaba considerado uno de los grandes cantantes líricos del siglo XX, especialista en canciones para voz y piano. Dejó grabado un impresionante repertorio operístico y todavía se recuerdan sus interpretaciones del Viaje del invierno, de Franz Schubert y War Requiem del británico Benjamin Britten, durante la inauguración de la catedral de Coventry en 1962.
A pesar de su indiscutible calidad musical, muchos críticos decían que carecía de espontaneidad y versatilidad. Roland Barthes, crítico francés, lo definió como "la perfección de una expresividad culta".
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