Nada más llegar a Los Cabos (México), donde participa en la cumbre del G20, Merkel ha hecho unas declaraciones a los periodistas alemanes para dejar claro que nada ha cambiado con la victoria de los conservadores griegos, en lo que respecta a las condiciones de los planes de rescate europeos.
«No se puede aceptar ningún relajamiento de las reformas pactadas después de las elecciones», ha dicho la canciller. Venía así a desmentir a su ministro de Exteriores, Guido Westerwelle, quien horas antes aseguró que «se podría hablar de cambios en el calendario» del ajuste griego.
Merkel ha dicho tajante que las elecciones en Grecia «no alteran nada las condiciones marco» de los acuerdos suscritos entre Atenas y Bruselas, de modo que la misión de los vencedores es continuar con la implementación de los compromisos heredados de gabinetes anteriores, pero «no se puede relajar el ritmo de las reformas».
Lo importante para la jefa del gobierno alemán es que se forme un gobierno cuanto antes en Grecia y entonces se muestra dispuesta a incrementar las ayudas para el crecimiento, sin detallar cuáles.Crecimiento y austeridad es el binomio que Merkel lleva a la cumbre del G20 como solución a la crisis financiera de la eurozona, arrastrada por el presidente francés, François Hollande.