La canciller espera la opinión de los expertos para que los jefes de Estado y de la gobierno de la UE tomen una decisión en la cumbre de los próximos 17 y 18 de octubre. «Necesitamos criterios, disponemos de poco tiempo y tenemos que tomar una decisión pronto. Si necesitamos discutir esto en la cumbre, estamos dispuestos a hacerlo», ha dicho, tras reunirse con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso.

Aun así, Merkel ya ha fijado una hoja de ruta de la recapitalización bancaria. Primero, que lo hagan por sí mismos. Si no pueden, habrá fondos gubernamentales y si algún país no puede, para eso está el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera, reformado por los líderes de la eurozona el pasado julio y todavía pendiente de ratificación por algunos Estados.

Ha habido frases de apoyo a Grecia para que siga formando parte de la zona euro y firmeza para que cumpla las condiciones para recibir la ayuda europea. La preocupación ahora es cuál va ser la contribución del sector financiero. «Tenemos una contribución voluntaria de los acreedores privados, y ahora hay que examinar las cifras griegas actuales y verificar si todavía es ajustada. Pero todavía estamos esperando el informe de la troika y entonces haremos lo que sea necesario», ha dicho Merkel.

Tanto Merkel como Barroso han dejado claro que la reforma del Tratado de la UE no debe ser un tabú, si así se consigue una mayor integración económica. La canciller no ha aclarado a qué cambios se refería y el presidente de la CE ha añadido que ese debate no es excusa para posponer decisiones urgentes para combatir la crisis de deuda en la eurozona.

En las conclusiones de la reunión, poco que decir sobre los eurobonos que enfrentan a Alemania con Bruselas, apoyo común al establecimiento de una tasa a las transacciones financieras y acercamiento a Estados Unidos para que se comuniquen adecuadamente sobre las medidas para luchar contra la crisis.

Para terminar, una frase de Barroso: «Europa no puede tener éxito sin Alemania. Pero también creo que Alemania no puede tener éxito sin Europa».