La economía española mejorará gracias a la demanda interna, aprovechando la bajada de los precios del petróleo, y un mayor acceso de las condiciones financieras. Sin embargo, la tasa de desempleo sigue siendo muy alta, cuyo máximo histórico llegó a estar en el 26'9% en 2013, para descender de forma gradual. Según las estimaciones del Ejecutivo comunitario, en 2015 España cerrará con un 22'5% de desempleo, y 2016, con un 20'7%. El comisario de Asuntos Económicos y monetarios, Pierre Moscovici, ha admitido que las cifras siguen siendo «terribles», aunque ha asegurado que el paulatino descenso es una buena respuesta a la mayor flexibilidad del mercado laboral. Sin embargo, y a pesar de la bajada del paro, la tasa española seguirá doblando la media de la Eurozona.
Pero todo no son buenas noticias para España. Bruselas sigue alertando de que el país seguirá incumpliendo el déficit. Según las estimaciones del Ejecutivo comunitario, será del 4,5% en 2015 y del 3,7% en 2016, aún lejos del 3% que exige Bruselas. Según la Comisión Europea, estas previsiones también tienen un transfondo político, a la espera de lo que pueda ocurrir en España en 2015, año de cita electoral, y en el que según la última encuesta del CIS, Podemos sería el primer partido político en intención de voto.
La Comisión Europea se ha felicitado porque desde 2007, las economías de los Veintiocho tienen previsto crecer. En 2015 se espera que tenga un 1,7% el conjunto de la UE y un 1,3% la Eurozona. El próximo año, superará el 2% en los Veintiocho y un 1,9% en los países de la moneda común. Por el momento, la deflación se aleja aunque de forma gradual, si bien la mayoría de Estados, como España, cerraron en negativo en diciembre, sobre todo por la caída de los precios del petróleo. Bruselas prevé que a mediados de 2015 la inflación empezará a ser positiva y seguirá esa senda también en 2016, con una previsión del 0'2% en 2015 y de 1'4% en 2016. El Ejecutivo comunitario ha afirmado que estas previsiones pueden mantenerse al alza gracias a la última medida del Banco Central Europeo, anunciadas a finales de enero, sobre la compra masiva de deuda por valor de más de medio billón de euros, conocida como expansión cuantitativa.
Grecia
Las previsiones económicas también tienen las miradas puestas en Grecia, uno de los países que más crecerá junto con Irlanda y España, aunque según ha alertado Moscovici, la mejora de la economía se producirá siempre y cuando se apliquen las reformas estructurales y cumpla con sus compromisos con la UE. Según las estimaciones del Ejecutivo comunitario, el país heleno crecerá un 2'5% en 2015 y un 3'6% en 2016.
El cambio de gobierno, tras la victoria de Syriza a finales de enero, ha llevado a un cambio en el país. El ejecutivo liderado por Alexis Tsipras pedía en un primer momento la quita de la deuda griega que asciende a un 175% de su PIB, para ahora vender un programa basado en el intercambio de bonos de deuda, y convertirlos en títulos para el crecimiento. Un plan que tanto Tsipras, como el ministro de economía, Yanis Varufakis intentan defender en las capitales europeas. Hoy Varoufakis se reúne con su homólogo alemán Wolfang Schäuble. Un encuentro que se produce tras el anuncio de ayer del Banco Central Europeo en que decidió dejar de ofrecer liquidez a los bancos helenos. Así, las entidades del país deberán acudir al banco central de Grecia para obtener liquidez, mecanismo que se conoce como línea de financiación de emergencia (ELA, en sus siglas en inglés), un método mucho más caro para financiarse. Este movimiento tensa aún más la negociación entre Frankfurt y Atenas para un posible rescate, cuyo límite para pedirlo expira el próximo 28 de febrero.
El comisario Moscovici ha asegurado que «toma nota» de la decisión del BCE, aunque defiende que Grecia no se queda sin liquidez, ya que aún puede acudir al ELA. «Cuando hay un nuevo gobierno, hay que escucharlo, es normal que se produzcan cambios, si no, cuál sería el objetivo de votar en la UE», ha asegurado Moscovici. Dicho esto, sin embargo, ha matizado que el gobierno heleno tiene compromisos y normas que «otros países también están cumpliendo». La próxima semana hay convocado un Eurogrupo para abordar la situación, así como la reunión informal de Jefes de Estado y de Gobierno y que, según ha indicado Moscovici, es probable que se hable de Grecia.