Unas 150 personas han muerto y otras 100 están desaparecidas, tras el naufragio de la barcaza en la que trataban de llegar a la isla italiana de Lampedusa. Entre los muertos hay al menos cuatro niños y varias mujeres, la policía busca en el mar a los desaparecidos. En el barco viajaban unas 500 personas.
La alcaldesa de Lampedusa, Giusi Nicolini, dijo conmovida a la prensa italiana «Es un horror, un horror. No paran de traer cuerpos». Más de 150 personas han sido rescatadas con vida, entre ellas decenas de niños, alguno de pocos meses, y mujeres embarazadas.
El barco procedía de Libia aunque los inmigrantes son originarios sobre todo de Somalia.
Los supervivientes han relatado que llevaban varias horas en el mar y no conseguían hablar por teléfono para que los rescataran por lo que decidieron encender fuego para ser vistos. El fuego prendió en la barcaza que más tarde volcó y muchos de los inmigrantes se encontraron en el agua.
La llegada de indocumentados a la costa italiana es continua y también lo son las muertes de las personas que se ven obligadas a lanzarse al mar para tratar de llegar a nado a tierra.
Otra barcaza con 463 inmigrantes llegó durante la noche, fueron trasladados al centro de acogida de Lampedusa que está al límite de su capacidad.
El pasado 30 de septiembre fallecieron otros trece indocumentados, de un grupo de 200, que habían sido obligados por los traficantes a saltar al mar, a pesar del fuerte oleaje y de que no sabían nadar. Un mes antes, el 10 de agosto, otros seis inmigrantes se ahogaron cuando intentaban llegar a nado a la costa tras encallar el pesquero en el que viajaban junto a un centenar de personas procedentes de Siria y Egipto. El viceprimer ministro italiano, Angelino Alfano, ha dicho que «es un drama europeo no solo italiano» y ha hecho un llamamiento a la UE para que ayude a su país «ante estos dramas humanos».