Después de una estricta evaluación de las necesidades de las poblaciones más vulnerables del mundo, algo más de la mitad del presupuesto irá destinado a la región del Sahel, con una mayor atención al conflicto de Malí. Serán 82 millones de euros que servirán, entre otras cosas, para prestar ayuda a los 19.000 refugiados en Burkina Fasso que han huido del conflicto en el norte de Malí.
Sudán y Sudán del Sur, un conflicto crónico agravado con la expulsión en 2009 de las organizaciones no gubernamentales (ONG). Más de 2,5 millones de personas de las que 1,9 millones están desplazadas dentro del país necesitan toda clase de ayuda. Hay destinados 80 millones de euros este año.
República Democrática del Congo, 54 millones de euros. Los conflictos se suceden unos a otros. A finales de noviembre de 2012, había unos 2,4 millones de desplazados internos, y más de 42.000 congoleños estaban refugiados en los países vecinos.
Pakistán, 42 millones de euros. Una de las regiones del mundo en la que se suceden las grandes catástrofes naturales. Las lluvias del monzón provoca cada año terribles inundaciones que vienen a aumentar los problemas de las miles de personas que no habían podido recuperarse de la catástrofe anterior. Cada año se repite lo mismo: son las peores inundaciones en muchos años y lo son.
Somalia, 40 millones de euros. Dos décadas de conflictos armados más sequías e inundaciones han sumido a esta región del mundo en una de las peores crisis humanitarias. Se calcula que 2,12 millones de personas necesitan ayuda urgente, de ellos 800.000 son desplazados internos.
Según la comisaria de Cooperación Internacional y Ayuda Humanitaria, Kristalina Georgieva, «Para cientos de millones de personas, las crisis no son acontecimientos infrecuentes, sino penalidades recurrentes y, aparentemente inevitables. La ayuda humanitaria es una expresión fundamental de nuestra humanidad hacia quienes sufren. Además de las necesidades materiales básicas que satisface, he observado cómo representa también un motivo de esperanza para las personas que han perdido casi todo lo demás.»
Otra parte del presupuesto se destina a las crisis olvidadas, poblaciones a las que los medios de comunicación prestan poca atención y apenas si les llega ayuda. Para ellos la UE es prácticamente la única donante. Este año se han identificado poblaciones en Argelia, Bangladesh, República centroafricana, Colombia, India, Birmania, Pakistán, Sri Lanka y Yemen.
América Latina y el Caribe recibirán 52,5 millones de euros.
Para seleccionar a estas comunidades la Comisión Europea ha clasificado a 140 países en desarrollo teniendo en cuenta su vulnerabilidad y la aparición reciente de una crisis. En 2012 se identificaron 68, de ellos 15 se clasificaron como «extremadamente vulnerables», 9 de ellos están en África subsahariana.
Además de los 661 millones de euros la CE tiene una reserva de recursos con la que puede acudir a cualquier catástrofe grave que se origine. En 2012 se utilizó toda la reserva e incluso más, en total se gastaron 1.300 millones de euros en ayuda humanitaria. La ayuda europea tuvo que acudir a paliar las catástrofes de la región del Sahel, la escalada del conflicto de Siria, de la República democrática del Congo y de Sudán.
La UE se precia de que su ayuda humanitaria se basa en los principios de humanidad, neutralidad, imparcialidad e independencia. Se distribuye con independencia de nacionalidad, religión, sexo, orígen étnico o adscripción política.