Francia podría tener que responder ante el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, si prospera la demanda colectiva que prepara la Unión Romaní Internacional, a instancias de su filial en España, en colaboración con ONG y asociaciones de Derechos Humanos francesas, por la política de expulsiones de gitanos rumanos que viene aplicando el gobierno de Sarkozy.
La Unión Romaní niega que se trate de una iniciativa de retorno voluntario. Según Manuel García, secretario general de la asociación gitana, «muchos de los que firman la deportación ni siquiera saben leer ni tienen idea de lo que están firmando... Son unas vacaciones pagadas, sin ningún control ni registro.»
Manuel García asume que llevar a Francia ante los tribunales será un proceso largo y complicado, pero cree que esto debe ser sancionado, «aunque sólo sea como medida ejemplarizante, para que el resto de Estados sepan que la Constitución Europea no es sólo un enunciado.»
La Unión Romaní considera que hay fundamento para la denuncia porque las expulsiones de gitanos vulneran una decena de artículos de la Carta de Derechos Fundamentales de la UE, varias convenciones internacionales contra la discriminación racial, la Carta Social Europea y el Convenio marco del Consejo de Europa para la Protección de las Minorías Nacionales. Además, sería un «incumplimiento fragrante» de hasta cinco directivas europeas y de la propia legislación francesa.
Para los gitanos europeos, el resultado de la Cumbre de los 27 de este jueves ha sido decepcionante. En un comunicado firmado por Juan de dios Ramírez_Heredia, presidente de la Unión Romaní, dice que «hasta nuestro subconsciente llegaban los gritos de los racistas de todos los colores diciendo ¡Viva Sarkozy! Y tienen motivo para regocijarse, porque la lectura que han hecho de las declaraciones de los Jefes de Gobierno en la Cumbre de Bruselas ha sido que Sarkozy se ha salido con la suya y que apoyan su política antigitana, ─sí. antigitana─ frente a la postura inicialmente adoptada por la Comisaria de Justicia».
Consideran que «el presidente francés sabe muy bien manejar los resortes populistas y el resto de Jefes de Gobierno, no sabemos si consciente o inconscientemente han caído en la trampa». Y aunque califican de exagerada la referencia a la Segunda Guerra Mundial que hizo la comisaria de Justicia, Viviane Reding, manifiestan «su pena y decepción porque los dirigentes europeos en la Cumbre no hayan tenido el coraje necesario para pararle los pies al presidente francés, cuando ha habido una resolución del Parlamento europeo y la voluntad de la Comisión de investigar la política de expulsiones.» euroXpress