Detrás de Tintín, se subastó una serie de Astérix y Obélix "El adivino", realizado en 1972 por Albert Uderzo, que se adjudicó por 193.500 euros. La plancha de "Asterix en Córcega" publicado en 1973 alcanzó los 145.500 euros.
A Tintín y Asterix le siguió la obra de André Franquin "Spirou et Fantasio", de 1976, vendida por 157.500 euros. La cifra alcanzada por estas ventas, es una muestra de que el noveno arte está revalorizando a los autores clásicos de tebeos cómic europeo.