Varios muertos, 85.000 casas sin luz, problemas en el transporte ferroviario y por carretera, corrimientos de tierras y vuelos cancelados. Así se encuentra el Reino Unido tras las últimas tormentas.
En el valle del Támesis hay unas 6.000 viviendas que permanecen inundadas desde diciembre. Los vecinos están hartos de pedir a las administraciones públicas que les ayuden y de criticarlos por no haber limpiado el cauce del río. «Lleva tres semanas lloviendo, se veía venir y no se ha hecho nada», se queja una vecina de la zona sur de Inglaterra. Acusan a Londres de falta de previsión y de recortes temerarios. El primer ministro, David Cameron, lo ha reconocido, y como ya es habitual en otros casos, ha dicho que «hemos aprendido la lección», pero «ahora la prioridad es proteger las viviendas, antes las futuras subidas de agua».
En Inglaterra y Gales hay más de 140.000 hogares sin electricidad y el ejército ha tenido que rescatar a unos treinta clientes de un restaurante que habían quedado aislados por el agua. La Agencia de Medio Ambiente ha emitido 22 alertas «graves de inundaciones», lo que supone que hay riesgo para la vida de las personas. Las zonas más afectadas son la costa de Cornualles, Hampshire, Gloucester y el Valle del Támesis, que ha registrado graves inundaciones y provocado agrias críticas de los vecinos.
Es el invierno más húmedo que se recuerda de la historia y el Támesis ha llegado a niveles que no se conocían desde hace 60 años, miles de personas han tenido que ser desalojadas de sus casas. Es el año más lluvioso desde hace más de dos siglos. El ejército ha tenido que colaborar colocando sacos terreros en algunas áreas para contener el agua.
Las pérdidas económicas son importantes y el gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, ha dicho que las tormentas podrían obstaculizar la recuperación económica del país. Londres pedirá ayuda financiera a Bruselas. «El dinero que queremos obtener para los agricultores británicos procede del presupuesto de la UE», ha dicho Cameron, que buscará en otros países la ayuda de especialistas para recuperar la situación en la zona. «Los holandeses, ha dicho Cameron, son los más expertos en sacar agua y organizar sistemas de protección contra las inundaciones».
Al otro lado del canal, en la Bretaña francesa, hay unos 90.000 hogares sin luz . Durante la noche del viernes al sábado unos 800 operarios han trabajado para reducir los efectos de la tormenta en el tendido eléctrico ya que unas 115.000 casas han pasado la noche a oscuras. El temporal ha afectado a las comunicaciones marítimas y terrestres. Algunas líneas de ferrocarril en unen Rennes con Brest han podido reabrirse a lo largo de la día y unas 800 personas han quedado bloqueadas en las carreteras por la caída de árboles. Varios vuelos han sido suspendidos y los aeropuertos continuarán con problemas en las próximas horas. Los servicios de meteorología franceses consideran que el vendaval del viernes es el peor de todo el invierno.
En Irlanda, unas 260.000 casas siguen sin electricidad y en Portugal las rachas de viento, las precipitaciones y sobre todo la fuerza del mar han provocado inundaciones y daños materiales en establecimientos comerciales y viviendas cercanos a la costa norte.
En España las comunidades más afectadas son Galicia y Canarias, aunque tambié está afectada la cornisa cantábrica. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) prevé intervalos de viento muy fuerte y precipitaciones localmente fuertes, o incluso muy fuertes y persistentes en el norte de Canarias, donde además habrá un descenso moderado a notable de las temperaturas, al igual que en muchas zonas del interior peninsular. En Las Palmas incluso han aplazado la celebración del pregón del Carnaval.
Lejos del Atlántico en la costa central mediterránea, algunas zonas de Croacia están en situación crítica por las inundaciones. Son Sisak, Petrinja, Zagreb y Karlovac.