«El número insoportable de vidas perdidas en el mar no hará más que crecer si la Unión Europea no actúa ahora para garantizar las operaciones de búsqueda y rescate en el Mediterráneo», advierte Human Rights Watch (HRW).
La organización internacional de derechos humanos reaccionaba a la denuncia de que cerca de 400 inmigrantes, principalmente de Libia, podrían haber muerto en el mar Mediterráneo entre el sábado 11 y el lunes 13 en el intento de llegar a Italia, según relatos de testigos recogidos por la organización humanitaria Save the Children entre más de 7.000 inmigrantes y solicitantes de asilo rescatados por la guardia costera italiana desde el día 10.
Al señalar que 11 cadáveres fueron recuperados hasta el momento de un naufragio confirmado en los últimos días, Judith Sunderland, la directora interina para Europa y Asia Central de HRW, dice que «si se confirman los informes, este fin de semana pasado estaría entre los días más letales en el tramo de agua más peligroso del mundo para los inmigrantes y solicitantes de asilo».
Muchos de los rescatados permanecen en buques italianos mientras que las autoridades les buscan alojamiento de emergencia. HRW dice que esta falta de preparación era totalmente evitable ya que muchos observadores habían pronosticado que 2015 será un año récord para la cantidad de inmigrantes que llegan por vía marítima al territorio europeo.
«Otros países de la Unión Europea han exhibido una clara falta de voluntad política para ayudar a reducir la injusta parte de la responsabilidad que tiene Italia», según la organización de derechos humanos con sede en Estados Unidos.
En noviembre de 2014, Frontex, el organismo responsable de las fronteras externas de la UE, lanzó la Operación Tritón en el Mediterráneo, cuando Italia redujo su enorme operación humanitaria naval, Mare Nostrum, a la que se le atribuye haber salvado decenas de miles de vidas de inmigrantes.
El alcance geográfico y el presupuesto de Tritón son muy inferiores a los de Mare Nostrum, y la principal función de Frontex es el control de fronteras, no la búsqueda y rescate.
Según el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, más de 500 inmigrantes y solicitantes de asilo han muerto en el Mediterráneo en lo que va de 2015, lo que implica una mortandad 30 veces mayor a la registrada en el mismo periodo de 2014.
Sin embargo, de confirmarse las denuncias de los últimos días, el saldo de muertos en poco más de tres meses sería cercano a las 1.000 personas, una cifra que probablemente se incremente a medida que más inmigrantes se hagan a la mar durante la tradicional temporada de cruce al territorio europeo en los meses de primavera y verano boreales, destaca HRW. En todo 2014 murieron al menos 3.200 personas intentando llegar a Europa.
La Comisión Europea presentará una «agenda migratoria integral» a los Estados miembros de la UE en mayo, pero algunas de las propuestas, aunque envueltas en un discurso humanitario sobre la prevención de las muertes en el mar, plantean serios problemas de derechos humanos, asegura HRW.
Algunas de las propuestas incluyen el establecimiento de centros de procesamiento en alta mar en los países del norte de África, la tercerización de los controles fronterizos y las operaciones de rescate para impedir la salida de los emigrantes de sus países de origen, y el incremento de la asistencia financiera a países represivos como Eritrea, en el noreste africano.
Eritrea es uno de los principales países de origen de los solicitantes de asilo que intentan la travesía marítima a Europa, y no hay «evidencia» de que haya mejorado su situación de derechos humanos, indica HRW.
Mientras que algunas propuestas contienen elementos que podrían abordar las causas fundamentales de la migración irregular o brindar alternativas seguras para los migrantes, HRW considera que la prueba de su éxito dependerá de si se respetan los derechos de los migrantes y solicitantes de asilo, en lugar de simplemente cesar el desplazamiento migratorio.
Los primeros indicios sugieren que, en lugar de reforzar la capacidad de proteger a los migrantes se hará hincapié en la mejora y la tercerización de los mecanismos de contención para evitar su salida. «Resulta difícil no considerar estas propuestas como ofertas cínicas para limitar el número de migrantes y solicitantes de asilo que llegan a las costas de la UE», comentó Sunderland.
«Cualesquiera que sean las iniciativas a largo plazo, el imperativo humanitario inmediato para la Unión Europea es... salvar vidas», exhortó.
Mientras tanto, el debate en torno a la inmigración en Italia ha adquirido un tono xenofóbico en algunos sectores. El líder del partido político antiinmigrante Liga Norte, Matteo Salvini, exhorta a las autoridades a que resistan «por cualquier medio» las peticiones de dar cabida a los solicitantes de asilo, y añadió que su partido está dispuesto a ocupar edificios para impedir la llegada de los extranjeros.