India es el mayor comprador del mundo, Estados Unidos el mayor vendedor y China esta aumentando como exportador. Asia, donde están los países más poblados del planeta, se ha convertido en el cliente más importante para los fabricantes de armas. Paul Holtom, investigador de SIPRI, asegura que «lo que hemos observador es que la India emerge como principal importador de armas pero hay un gran aumento, en términos de volumen, en otros países asiáticos, como Corea del Sur y Pakistán». «Los principales importadores asiáticos buscan desarrollar su propia industria armamentística y disminuir su dependencia externa», apunta su compañero Pieter Wezeman.
El comercio mundial de armas convencionales ha aumentado sin parar desde 2007. Estados Unidos vende el 30 por ciento de ese armamento y sus mejores clientes son Corea del Sur, Australia y Emiratos Árabes Unidos. También ha vendido armas a Libia y Túnez. Asia y Oceanía recibieron el 45 por ciento de las exportaciones estadounidenses, Oriente Medio el 27 por ciento y Europa el 18 por ciento.
La mayor operación realizada por las empresas estadounidenses fue para Arabia Saudí que compró 84 cazas F-15SG.
En el periodo analizado, 2007-2011, Rusia vendió un 12 por ciento más de armamento, lo que significa una cuarta parte del volumen mundial. India, que ha aumentado su compra de armas en un 10 por ciento, fue su mejor cliente.
Alemania ha superado a Francia en el tercer puesto y vendió un 37 por ciento del volumen mundial, Grecia fue su principal destinatario.
El caso más llamativo es el de China. Entre 2002 y 2006 fue el mayor importador y aunque sigue siendo el cuarto comprador mundial, en el último lustro se ha convertido en el sexto vendedor, con un cliente muy sólido Pakistán.
El informe del SIPRI destaca el aumento «significativo» de armas en el este y el norte de África y el sur del Cáucaso. Otro dato es que los principales exportadores, entre los que hay varios países europeos, siguen suministrando armas a los países afectados por la «Primavera árabe». EE.UU es el principal proveedor de Túnez y Egipto, y Rusia de Siria. El régimen de Bachar al Asad, ha aumentado sus importaciones en casi un 600 por ciento. Mark Bromley, investigador del SIPRI, apunta «la venta de armas a esos países provocó un debate público que no ha causado impacto en la política armamentística de los países vendedores».
En América en estos cinco años las importaciones de armamento han aumentado un 61 por ciento, principalmente en Chile, Venezuela y Brasil, esta última potencia sudamericana es cliente fiel de Francia e Italia. En África los mayores compradores son Argelia (43 por ciento), Sudáfrica (17 por ciento) y Marruecos (16 por ciento).
El Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI), se ha convertido desde 1966 en un centro internacional independiente y especializado en conflictos, armamento y control de armas. En los últimos estudios ha potenciado el TIV, un indicador que compara las transacciones armamentísticas en volumen y no por su valor, porque, según este centro, da una medida más segura de cómo fluctúa anualmente un negocio que no sabe que es la crisis.