En la actualidad, los obstáculos en línea suponen numerosas pérdidas en bienes y servicios para los ciudadanos. Solo el 15% compra en línea en otro país de la UE; las empresas de Internet ya presentes y de nueva creación no pueden aprovechar plenamente las oportunidades de crecimiento en línea, solo el 7% realiza ventas transfronterizas. Las empresas y las administraciones no se benefician plenamente de las herramientas digitales.
La estrategia para el mercado único digital que la Comisión ha adoptado hoy incluye un conjunto de acciones específicas que deberán llevarse a cabo antes de finales del año próximo. Se basa en tres pilares: 1) mejorar el acceso de los consumidores y las empresas a los bienes y servicios digitales en toda Europa; 2) crear las condiciones adecuadas y garantizar la igualdad de condiciones para que las redes digitales y los servicios innovadores puedan prosperar; 3) maximizar el potencial de crecimiento de la economía digital.
El presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, está dispuesto a digitalizar la Unión, «Quiero ver redes de telecomunicaciones continentales, servicios digitales transfronterizos y una oleada de empresas emergentes innovadoras. Quiero que todos los consumidores reciban las mejores ofertas y que todas las empresas accedan al más amplio mercado en cualquier lugar de Europa», ha dicho. Ha recordado que hace exactamente un año, prometió convertir el mercado único digital pleno en una de sus principales prioridades, «hoy se hace realidad esa promesa».
La estrategia se basa en un ambicioso y necesario programa de iniciativas dirigido a sectores donde la UE puede marcar la diferencia. El vicepresidente responsable del mercado único digital, Andrus Ansip, ha explicado que «las iniciativas están interrelacionadas y se refuerzan mutuamente. Deben llevarse a cabo rápidamente para contribuir mejor a la creación de empleo y al crecimiento. La estrategia es nuestro punto de partida, no la meta.»
La estrategia para el mercado único digital establece 16 acciones clave en 3 pilares, que la Comisión llevará a cabo antes de finales de 2016:
En la UE hay diferentes grados de digitalización
Según un nuevo Índice de la Economía y la Sociedad Digitales (DESI por sus siglas en inglés) desarrollado por la Comisión Europea los países de la UE presentan diversos grados de digitalización y las fronteras siguen representando un obstáculo para un auténtico mercado único digital
La nueva herramienta presentada hoy ofrece instantáneas por país de la conectividad (difusión, rapidez y asequibilidad de la banda ancha), las competencias digitales, el uso de actividades en línea como las noticias o las compras, y el desarrollo de las tecnologías digitales clave (facturas electrónicas, servicios en la nube, comercio electrónico, etc.) y de los servicios públicos digitales, como la sanidad electrónica y la administración electrónica. Los datos, correspondientes en su mayoría a 2013 y 2014, ofrecen una visión de conjunto del grado de digitalización de Europa, y permiten establecer una clasificación de países por resultados:
El país que más despunta es Dinamarca con un 0,68 sobre 1, en el extremo opuesto está Rumanía con un 0,31. España tiene una calificación global de 0,49 y ocupa el puesto 12 entre los 28.
La mayoría de los europeos usa internet con regularidad el 75 % en 2014 (72 % en 2013), oscilando entre el 93 % en Luxemburgo y el 48 % en Rumanía.
El 49 % de los europeos que están en línea han reproducido o descargado juegos, imágenes, películas o música; un 39 % de los hogares con televisor contemplan vídeo a la carta.
Las pequeñas y medianas empresas encuentran obstáculos para el comercio electrónico: solo el 15 % de las pymes venden en línea —y de ese 15 %, menos de la mitad lo hacen a través de las fronteras.
Los servicios públicos digitales son una realidad cotidiana en algunos países, pero casi no existen en otros: el 33 % de los usuarios europeos de internet ha utilizado formularios en línea para enviar información a los poderes públicos, oscilando entre el 69 % en Dinamarca y el 6 % en Rumanía; el 26 % de los médicos generalistas en Europa utilizan recetas electrónicas para transferir las recetas a los farmacéuticos a través de internet, pero el porcentaje varía entre el 100 % en Estonia y el 0 % en Malta.