Estas sanciones presionan especialmente a los sectores rusos de la banca, defensa o el petróleo, al impedirles financiarse en los mercados europeos. Estarán vigentes «hasta que Rusia cumpla con sus obligaciones» respecto al acuerdo de Minsk para un alto el fuego en el este de Ucrania, ha dicho el ministro británico de exteriores, Philip Hammond, a la prensa.
Los acuerdos firmados en febrero pasado en Minsk prevén medidas progresivas hasta el final de 2015 para poner fin al conflicto entre los separatistas prorrusos y Kiev, que ha causado la muerte de 6.400 personas en poco más de un año.
La UE adoptó formalmente las sanciones el 29 de julio de 2014 en una reunión posterior a que un avión de la compañía Malaysia Airlines, fuera derribado probablemente por un misil tierra-aire en la zona de combates del este de Ucrania, muriendo las 289 personas que viajaban a bordo .
Las sanciones, que han afectado a la economía rusa aunque también a la europea, no han conseguido cambiar la política del presidente ruso, Vladimir Putin, por lo que fueron reforzadas en septiembre de 2014.
La respuesta de Moscú no se ha hecho esperar. El portavoz del presidente ruso Dmitri Peskov ha dicho, según la agencia de noticias Interfax, que aunque las sanciones rusas impuestas a la UE no benefician a la economía rusa ni sirven a los intereses de los contribuyentes de la UE, Rusia actuará en este caso «partiendo del principio de la reciprocidad».
Por otra parte, el primer ministro ruso, Dmitri Medvédev, ha ordenado que se prepare una petición para prorrogar por seis meses el embargo a los productos alimenticios europeos.