Barroso ha dicho que «necesitamos comprensión, no confrontación; necesitamos convergencia, no más conflictos» y ha recordado que «la lección que hemos aprendido en la Unión Europea en los últimos 60 años es precisamente que la diversidad no se resuelve con la separación y la segregación. La historia nos enseñado que la seguridad no surge por construir más muros o vallas sino por integrar las diferencias».
La canciller alemana, Angela Merkel, se ha mostrado preocupada por la situación de Crimea y ha dicho que «hay que hacer todo lo posible para mantener la integridad territorial» de Ucrania. El ministro de exteriores alemán, uno de los políticos que pactaron los acuerdos con la oposición ucraniana, ha exigido a Rusia una «inmediata y completa transparencia» sobre los movimientos de tropas, los objetivos y las metas que persigue, y ha calificado de «peligrosos» los últimos acontecimientos.
El ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Margallo, considera que «la situación sigue siendo incierta y dista mucho de estar estabilizada». Margallo considera imprescindible el «pleno respeto a los acuerdos internacionales que garantizan la independencia de Ucrania». El ministro de exteriores polaco, el único país que tiene una embajada en Crimea, ha suspendido la visita que estaba realizando a Irán -entre ellas una entrevista con el presidente iraní, Hasán Rohaní- y ha instado a Moscú a respetar el Memorándum de Entendimiento de Budapest, que convierte a Rusia en un grante de la soberanía e integridad territorial de Ucrania en sus actuales fronteras.
A petición del Reino Unido, el Consejo de Seguridad de la ONU mantendrá esta tarde nuevas consultas sobre la crisis en Ucrania tras la reunión de urgencia que celebró el viernes. En esa sesión el embajador ruso defendió la legalidad de todas las decisiones tomadas por las autoridades rusas y mostró su oposición a una mediación internacional.