A partir del próximo 6 de diciembre y durante dos años estarán en vigor las medidas antidumping para aquellas empresas chinas que rompan los precios a la baja en paneles solares y sus componentes. La medida ha sido respaldada por el Consejo de Ministros de la Unión a la vez que ha decidido conservar el acuerdo amistoso que se firmó a principios de este verano con aquellos exportadores chinos que cumplen con las reglas del mercado.
Según lo acordado hoy en la Comisión Europea, las tasas de derechos antidumping y antisubsidios finales se aplicarán sólo a las importaciones chinas que no cumplan las condiciones precisadas en el acuerdo de agosto.
Tras más de 15 meses de investigación de varias compañías chinas (investigación iniciada a raíz de la denuncia interpuesta el 25 de julio de 2012 por UE Pro Sun, asociación industrial formada por más de 20 empresas del sector), la CE ha comprobado que algunas de ellas vendían paneles solares y sus componentes en Europa con precios hasta un 88% inferiores al precio normal y que recibían subsidios ilegales por parte de las autoridades chinas, lo que ha generado «daños significativos» a los productores europeos, como asegura la CE en un comunicado.
El pasado 5 de junio la Comisión Europea ya decidió imponer medidas provisionales en el caso antidumping y, el 2 de agosto, aceptó el pacto ofrecido por la mayoría de los exportadores chinos.
En el comunicado oficial publicado hoy, la Comisión «confía en que los derechos definitivos combinados con el acuerdo inicial, detengan la espiral descendente de los precios de los paneles solares».
«El desarrollo sostenible 'verde' sólo es posible con empresas sostenibles», señaló la CE, que también añade que «unos precios estabilizados son importantes no sólo para la producción actual, sino también para las decisiones futuras de inversión».
El Ejecutivo comunitario ha destacado, además, que «la industria es esencial para los objetivos de energía renovable de la UE y el comercio desleal de paneles solares no sólo no ayuda al medioambiente si no que no es compatible con una industria solar global sana».
El riesgo de una «guerra comercial» entre Europa y China parece que se ha disipado y el conflicto se solventará estableciendo un un precio mínimo para los paneles solares chinos. Precio que deberán consensuar y aprobar los Estados miembros.
Según las conversaciones de agosto, en principio el arancel que la Comisión iba a imponer era del 47 %, pero lo rebajó al 11,8% por la presión de varios Estados miembros (encabezados por Alemania y Reino Unido) que querían evitar a toda costa un enfrentamiento con Pekín. Que se mantenga esa tasa depende de si se llega a un acuerdo por el precio mínimo de los paneles chinos. Si no se llega a un acuerdo, la tasa podría subir hasta el 47´6%.
China produce un 150% de los paneles solares de todo el mundo y más del 70% de la demanda de estos productos en Europa. Para las empresas del sector que han denunciado el dumpling chino, su estrategia podría provocar la desaparición de más de 20.000 puestos de trabajo en la UE.
Según la denuncia de UE Pro Sun, la más importante que la Comisión Europea ha recibido hasta el momento, en 2011 China exportó a Europa paneles solares y sus componentes claves por valor de unos 21.000 millones de euros.