Europa teme que el país africano se convierta en una plataforma para los grupos jihadistas, que controlan dos terceras partes de Malí y pasean a sus anchas por el desierto del Sáhara y el Sahel. No son los únicos también han aumentado las redes criminales de personas y contrabando. Todos estos grupos reclutan hombres, sicarios y niños para sus intereses.
En la cumbre de octubre los líderes de la UE mostraron su preocupación porque la crisis de Malí es una «amenaza inmediata» para Europa y los ministros de exteriores han pedido que se elabore un plan de ayuda militar a ese país.
De momento se han preparado diferentes escenarios. El primero que prevé el entrenamiento y la capacitación de los militares malienses, así como la reforma de la estructura del ejército, formado por unos 7.000 soldados, mal equipados, desentrenados y con grandes dosis de corrupción y nepotismo.
El segundo escenario que estudia la UE es desplegar tropas de combate sobre el terreno, aunque muchos Estados miembros no quieren arriesgarse a enviar tropas de combate. Francia, antigua potencia colonial, está dispuesta a una intervención militar encabezada por la CEDEAO, el bloque de países de África Occidental y que ya ha intervenido en conflictos como Liberia y Sierra Leona. El tema volverá a tratarse el 19 de noviembre en la reunión de ministros de exteriores.
Hace unos días el presidente francés, François Hollande, apuntaba que había un riesgo real de que el brazo armado de Al Qaeda en el Magreb (AQMI) y el Movimiento para la Unidad y la Jihad en el Africa Occidental (Mujao) planeen desde ahí ataques terroristas en Francia. AQMI tiene actualmente en su poder a 6 ciudadanos franceses. El ministro de exteriores alemán, Guido Westerwelle ha dicho que «si se desintegra el norte, si aparecen campos de entrenamientos terroristas, Europa también estará amenazada».
El 12 de octubre el Consejo de Seguridad de la ONU, dió 45 días a los países africanos de la CEDEAO para que precisaran sus planes de intervención militar que les permita reconquistar el norte de Malí. Pocos días después el ministro francés de exteriores, Laurent Fabius, señaló que Francia no esperará a la liberación de 6 rehenes de su país para poner en marcha una operación internacional contra Al Qaeda. El jefe de la red en el Magreb, le contestaba que si París participaba, los matarían.
También hace unas semanas la agencia France Press, aseguraba que habían comprobado como centenares de yihadistas extranjeros habían llegado a esa zona para combatir en el caso de una intervención militar internacional. La mayoría eran sudaneses y del Sáhara occidental.