«Veinticuatro horas antes del Consejo Europeo y de la posterior cumbre de la zona euro, déjenme repetir que estamos trabajando en soluciones sólidas y convincentes para ofrecer un paquete integrado de estabilidad y crecimiento. Es momento de acabar con las incertidumbres». Lo ha dicho un voluntarista Barroso, presidente de la Comisión Europea, que repite su hoja de ruta para salir de la crisis, mientras Alemania y Francia han repartido las cartas de la partida.

Prácticamente está cerrado el capítulo de la condonación de deuda a Grecia por las entidades financieras. Queda saber en qué porcentaje, entre el 50% y el 60%. La recapitalización bancaria está acordada ya por todos en torno a los 100.000 millones de euros. El asunto más delicado es la ampliación y reforma del Fondo de Estabilidad Financiera.

Ha habido filtraciones del probable acuerdo, según las cuales el Fondo podrá asegurar nuevas emisiones de deuda y comprar bonos en el mercado secundario. De esta forma los bonos de países en dificultades, pero no rescatados por la UE y el FMI, como España o Italia, tendrían la garantía del fondo, lo que permitiría recortar su prima de riesgo. Con la segunda herramienta, se podrían comprar bonos de los países ya rescatados y así evitar su hundimiento en los mercados.

ALEMANIA

Paradójicamente, los detalles del acuerdo europeo los conocerán antes los parlamentarios alemanes que el resto de los europeos, incluso antes de celebrarse la cumbre. La canciller necesita el visto bueno del Bundestag para firmar cualquier pacto con sus socios europeos. Previsiblemente lo tendrá, porque cuenta ya con el apoyo de la oposición socialdemócrata, pero la sesión parlamentaria tiene una importante lectura nacional, porque las reticencias al acuerdo de la UE las tiene en sus propias filas y en las de sus socios de coalición, los liberales del FDP.

ESPAÑA

El gobierno español está convencido de que esta cumbre borrará las sospechas sobre la economía española. Si finalmente el fondo de rescate se amplía en la línea prevista beneficiará a la solvencia de España en los mercados. Sobre la quita de Grecia, los bancos españoles no son de los más expuestos y, por tanto, no hay problema; y en cuanto a la recapitalización bancaria, falta saber el capitalde máxima calidad que se les exige, si por fin llega al 9% y qué conceptos entran en ese apartado. La medida previsiblemente afectará a BBVA, Santander, Caixabank, BFA-Bankia y Popular.

El presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, volvió contento de la cumbre europea del domingo, tras las palabras de Sarkozy, cuando dijo que España ya no está en la primera línea de la crisis de deuda. Sin embargo, este martes el presidente francés ha puesto a España como ejemplo de lo que fue y ya no es. Ha dicho que hasta hace poco se hablaba de España como milagro económico y ahora nadie querría estar en su situación.

Cuando Merkel, la semana pasada, sugirió que España todavía debe hacer más esfuerzos para resolver su crisis financiera, la ministra española de Finanzas, Elena Salgado, respondió que ya se habían hecho esfuerzos suficientes para reducir el déficit y cumplir los compromisos adquiridos.

ITALIA

El primer ministro, Silvio Berlusconi, llegará a Bruselas sin haber tomado nuevas medidas después de que los líderes comunitarios le exigieran el domingo pasado que afronte la crisis con más decisión, con más hechos y menos propuestas.

Tras un fracasado consejo de ministros el lunes, este martes, a solo unas horas del Consejo Europeo, se ha anunciado un acuerdo entre el partido de Berlusconi y sus socios de la Liga Norte, del que no se han concretado detalles. Sobre la mesa estaba el retraso de la edad de jubilación y un plan de desarrollo para fomentar el empleo juvenil.

FRANCIA

Obligada a acercar posturas con Alemania, rechaza el papel de perdedor político. El primer ministro francés, François Fillon, asegura que todas las iniciativas originales han venido de su país. Considera que el compromiso en esta cumbre es de prioridad absoluta y confirma que ya las únicas dudas están en poner en marcha un fondo suficientemente potente para evitar la especulación. No dice que los bancos franceses son los más expuestos a la deuda griega.

GRECIA

El gobierno griego rechaza ser el origen de todos los males de Europa. El primer ministro, Yorgos Papandreu, llegará a Bruselas hundido en las encuestas, con la población protestando en la calle, pero con los deberes europeos cumplidos. Cuestión de supervivencia financiera, no tanto política. Sin otras armas en la mano para negociar, pide la solidaridad de sus socios europeos y se lamenta de que la UE no haya sido capaz de tomar antes medidas para enfrentarse a la crisis. La participación privada en el segundo rescate a Grecia centrará parte de la cumbre, pero el gobierno griego está al margen.