La troika al completo estará en Sintra, ciudad a media hora de la capital, durante la celebración de un simposio que ha levantado una polvareda de polémica. Personalidades como el presidente Mario Soares, el sociólogo Boaventura de Sousa Santos, la periodista Pilar del Río o Vasco Lourenço, uno de los capitanes de la Revolución de los Claveles, son algunos de los firmantes de un documento que pide a las autoridades portuguesas que no permitan el encuentro. «La realización de esta cumbre contrasta y viola los principios de exención, imparcialidad y neutralidad a los que la ley electoral obliga a todas las instituciones y tiene muestras de intromisión en la vida política portuguesa que atacan los valores de soberanía y dignidad nacional», recoge la petición.
Tampoco llueve a gusto de todos los políticos. El primer ministro luso, Pedro Passos Coelho, ha calificado el evento como prestigioso para Portugal, mientras que el presidente de la República, Aníbal Cavaco Silva, se ha mostrado incómodo con la celebración de la cumbre, según desvela el diario portugués Público. Y Bloque de Izquierda, uno de los cuatro partidos lusos que tiene presencia actualmente en el Parlamento Europeo, ha presentado una queja a la Comisión Nacional de Elecciones.
Según desvela la página web del evento, el foro está protagonizado por el BCE, versa sobre la banca central y responde al título de 'La política monetaria en un entorno financiero cambiante'. Se auto-define como «un evento anual que ofrece una oportunidad única para intercambiar puntos de vista sobre cuestiones de política actuales entre los participantes: principales funcionarios de gobiernos, gobernadores de los bancos centrales (intervendrán representantes de los de Bélgica, México o Turquía), académicos, periodistas especializados y representantes de alto nivel del mercado financiero».
Se espera la presencia de aproximadamente 150 personas. La intervención de Draghi está prevista para las seis y media la tarde del sábado 25, mientras que la directora del FMI hablará de política montería ya durante la cena. El presidente de la Comisión Europea, el portugués Barroso, intervendrá ya pasadas las elecciones.
Los partidos lusos y la abstención ante las elecciones
La troika, muy presente en la campaña electoral (el rescate financiero de Portugal finalizó un día antes del inicio de la campaña), también lo estará en el mismo día de la cita con las urnas. Tres años de intervención económica y financiera después, las elecciones europeas serán un plebiscito para el Gobierno luso, en manos de la coalición entre el PSD (Partido Social Demócrata) y el CDS (Centro Democrático Social). También serán un medidor de fuerza para la mayor formación en la oposición, un Partido Socialista (PS) bajo cuyo mandato se solicitó el rescate financiero y que ya tiene la mente en las próximas elecciones generales.
Se trata además de la prueba del algodón para el Partido Comunista de Portugal (PCP), que pretende consolidar los buenos resultados de las elecciones locales de septiembre. Sin olvidar la duda eterna del Bloque de Izquierdas que, con presencia en el Parlamento Europeo, cosechó muy malos resultados en la última cita con las urnas. Otra de las grandes incógnitas será la del recién nacido partido Livre, liderado por Rui Tavares, eurodiputado independiente que abandonó el Bloque.
Las encuestas previas de la Universidad Católica dan la victoria al Partido Socialista aunque con una diferencia muy corta frente a la coalición PSD/CDS: 34 frente al 30 por ciento. El tercer partido sería el Partido Comunista que, dentro de la Coalición Democrática Unitaria (CDU), lograría un 12 por ciento de los apoyos. El Bloque se quedaría con el 5 por ciento. Los sondeos señalan también que el Movimiento Partido de la Tierra puede ser la sorpresa. Aunque sin duda, la abstención obtendrá el porcentaje más alto, previsiblemente por encima del 50 por ciento.