«Voy a secuestrar a la princesa Elisabeth. No es una broma», es parte del escrito de la misiva recibida en el rotativo belga. También hace referencias a satán y emplea terminología y símbolos nazis. Según la agencia Efe, que cita a un portavoz oficial, el servicio de seguridad del Palacio real de Bélgica, ha tratado la situación «de manera adecuada», aunque no se han dado detalles sobre las medidas de seguridad para proteger a la princesa Isabel. La policía ha reforzado el dispositivo de seguridad alrededor de la escuela a la que asiste la niña, mientras analiza el contenido del correo.
La carta que recibió el diario belga, estaba dirigida al rey Felipe y además de las amenazas a la primogénita de los monarcas, se culpa a los inmigrantes de representar un coste de 30.000 millones de euros al país.