En cuatro años la pobreza monetaria de los menores ha aumentado debido a la crisis en 23 países. En Islandia, hasta en un 20,40%, Grecia (17,50%), Letonia (14,60%), Irlanda (10,60%), España (8,10%) o México (5%). Incluso los pequeños de Luxemburgo (6,5%) han sufrido las consecuencias de la crisis.
Son más de 6,6 millones de menores los que han caído en la pobreza en estos cuatro años, frente a los 4 millones que han salido de ella, según el informe de UNICEF, «Los niños de la recesión. El impacto de la crisis económica en el bienestar infantil en los países ricos», en total 76,5 millones viven en la pobreza en los países más ricos.
Este aumento se explica -dice UNICEF- por un «deterioro constante de la situación de las familias, sobre todo por la pérdida del empleo» o de los recortes realizados en los servicios públicos. Desde 2008, el porcentaje de hogares con menores que no pueden comprar carne, pollo o pescado cada dos días se ha duplicado en Estonia, Grecia e Italia.
Uno de los países más afectados es Grecia, donde según el informe la proporción de menores pobres y gravemente desfavorecidos se ha triplicado en los 4 años de crisis. En ese tiempo las familias griegas han retrocedido 14 años, mientras que España, Irlanda o Luxemburgo una década, Islandia 9 años e Italia, Hungría y Portugal 8 años.
En cambio, en 18 países el número de menores en situación de pobreza se ha reducido. Chile en primer lugar, pero también en Finlandia, Noruega, Polonia o República Checa. Para la Agencia de la ONU esa es la prueba de que se puede reducir la pobreza, a condición de que los Estados pongan en marcha las políticas adecuadas.
La crisis ha afectado también a los jóvenes. La tasa de entre 15 y 24 años que no estudian ni trabajan ha aumentado en torno al 30% en Croacia, Chipre, Grecia, Italia y Rumanía. En la Unión Europea, 7,5 millones de jóvenes -prácticamente el equivalente a la población de Suiza- no trabajaban ni estudiaban en 2013, casi un millón más que en 2008.
Entre las consecuencias no deseadas del aumento de la pobreza entre los jóvenes, UNICEF cita la posible desaceleración del crecimiento demográfico, ya que los jóvenes adultos atrasan la formación de una familia por su situación económica.
En el caso español, la tasa de pobreza infantil ha pasado del 28,2 por ciento en 2008 al 36,2 por ciento en 2012, lo que sitúa al país en el puesto 35 de los 41 países desarrollados en los que más se ha incrementado la pobreza.
Según el informe de UNICEF en los cuatro años que abarca, España ha ajustado las prestaciones por desempleo, ha reducido las ayudas para la atención de los hijos y ha eliminado la asignación universal por nacimiento. «El porcentaje del presupuesto de protección social que se destina a las familias y los niños se ha reducido del 5 por ciento al 3,5 por ciento entre 2008 y 2011».
Destaca que las altas tasas de paro juvenil en España o Grecia, que superaron el 50 por ciento en 2013, ponen en riesgo la sostenibilidad de los sistemas de pensiones.
En el informe la agencia de la ONU para la infancia, propone un Pacto de Estado que ponga un foco especial en la reducción de la pobreza y en la igualdad de oportunidades de los niños en el sistema educativo.