El Servicio de Tráfico Aéreo del Reino Unido no lo duda. La situación provocada por la nube de cenizas del volcán islandés va a empeorar este sábado y, lo que es peor, los expertos no saben cuánto tiempo va a durar.
Los principales aeropuertos europeos siguen sin estar operativos y las autoridades nacionales mantienen cerrados sus espacios aéreos en gran parte del norte de Europa. Reino Unido ha extendido la prohibición de volar hasta la medianoche del sábado. Cientos de miles de personas se han quedado sin hacer los viajes que tenían previstos. El viernes se cancelaron 17.000 vuelos en Europa, de los casi 30.000 programados. En España se anularon más de 1.100.
Según el organismo europeo de vigilancia aérea, Eurocontrol, la nube avanza y se extiende por el sur y el sureste de Europa, pero es impredecible su dirección y su intensidad por la falta de viento.
Las aerolíneas registran pérdidas diarias de más de 150 millones de euros, a los que hay que sumar otros gastos de traslado de aviones, inmovilización en aeropuertos o atención a los pasajeros. Algunas, como Lufthansa han decidido cancelar todos sus vuelos hasta las ocho de esta tarade. El beneficio se va a otros medios de transporte. El viernes los 58 trenes Eurostar que unen el continente con Reino Unido tenían todas sus plazas ocupadas.
Aunque se ha venido repitiendo que la nube de cenizas no es perjudicial para la salud, la Organización Mundial de la Salud ha advertido de que, al llegar al suelo, puede afectar a personas con problemas respiratorios.
El volcán del glaciar islandés Eyjafjallajoekull entró en erupción el pasado 20 de marzo. Su anterior erupción fue en 1821 y estuvo arrojando lava y ceniza intermitentemente durante un año. euroXpress