El beso lésbico de la representante de Finlandia en Eurovisión, Krista Siegfrids, a una de sus bailarinas durante un ensayo, causó sorpresa en algunos espectadores que lo consideraron provocativo. Es un ejemplo más de que la homosexualidad no es aceptada todavía por muchas sociedades europeas. Algo mejor asimilada en el oeste que en los países del Este, en la UE casi dos de cada tres gays, no se atreven a darle la mano en público a su pareja por miedo o represalias.
La Oficina Europea de Derechos Fundamentales (FRA) ha realizado la mayor encuesta hecha hasta ahora sobre este grupo social, donde se han recogido las opinones de más de 93.000 homosexuales, lesbianas, bisexuales y transexuales (LGBT) en 28 países europeos. De sus opiniones se extraen que muchos de ellos tienen miedo, sufren aislamiento y discriminación en la mayoría de los países, y que estos temores «han alcanzado niveles muy altos» en la UE.
El director de la FRA, Morton Kiaerum ha dicho que «los resultados del estudio son muy preocupantes». Casi la mitad (47%) se sienten discriminados socialmente, tanto en el terreno laboral como en la atención sanitaria. Una situación que padecen más ellas (55% de lesbianas) que ellos. No hay diferencias de sexo entre los jóvenes entre 18 y 24 años. El 57% sufren esa situación.
La mitad de los portugueses, italianos, rumanos, polacos, croatas y lituanos, se sienten discriminados. En España son un 38%, en Francia, donde se está discutiendo el matrimonio gay el 31% y en Holanda, el 30%. Precisamente en ese país, considerado más tolerante y el primero del mundo que legalizó el matrimonio entre homosexuales en 2001, el 88% de gays, lesbianas y transexuales entrevistados, aseguraron haber «experimentado por primera vez comentarios negativos, acoso y burlas a causa de su orientación sexual», según muestra el estudio. En España el porcentaje se eleva hasta el 91% y además el 66% explican que durante la adolescencia decidieron «no salir del armario». Una muestra de que la situación más dolorosa y palpable es en el entorno escolar.
De los 93.000 encuestados, el 30% ha sido víctima de violencias o de agresiones en los últimos cinco años y unos 7.000 transexuales (el 30%) aseguran haber sido agredidos físicamente o amenazados más de tres veces en el último año. Muchos no presentan denuncias porque consideran que «no cambiará nada» y en la mayoría de países tienen miedo a las reacciones homófobas de la policía.
Las personas LGBT que viven en Bélgica, Holanda, Luxemburgo, Países Escandinavos, República Checa y España, sufren menos discriminaciones y menos violencia. Son los transexuales los que se sienten discriminados, incluso en los entornos más tolerantes con lesbianas y gays. La LGBT ha pedido a los Estados miembros que promovevan un diálogo equilibrado, mediante campañas de sensibilización a través de instituciones políticas y religiosas.
Para el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, Europa puede sentirse justificadamente orgullosa de ser «el continente de los derechos humanos, la tolerancia y el respeto», pero «nuestro historial no será satisfactorio hasta que no hayamos derrotado la discriminación, el abuso, la violencia y el acoso por razones de orientación sexual». Schulz ha recordado que en 76 países del mundo la homosexualidad es «ilegal» y en siete se castiga con la pena de muerte.
La Confederación Europea de Sindicatos (CES) ha pedido que se acabe con la discriminación de los trabajadores LGTB. Según la encuesta del FRA, uno de cada cinco consultados que tuvieron empleo en el año previo al estudio, se sintieron discriminados en el trabajo o al buscar un empleo. El 19% de los entrevistados sufieron discriminación laboral.