Un grupo de eurodiputados ha sido testigo en Moscú de cómo la policía disolvía a la fuerza una manifestación pacífica a favor de la libertad de expresión. Los parlamentarios han informado al presidente del Parlamento europeo, Jercy Buzek, quien ha condenado la violenta represión policial del Kremlin y ha exigido la liberación de setenta activistas detenidos.
Se da la circunstancia de que la Eurocámara había enviado a Moscú a su subcomisión de derechos humanos precisamente para vigilar el cumplimiento del artículo 31 de la Constitución rusa, que garantiza el derecho a la libertad de reunión y asamblea.
Entre los detenidos, se encuentra el ex viceprimer ministro ruso, Borís Nemtsov, y otros líderes del movimiento opositor Solidaridad, organizador de la protesta, así como el escritor y líder bolchevique, Eduard Limónov, o el liberal Iliá Yashin.
Según la policía, los manifestantes no llegaban a 400 y la mayoría eran periodistas. Los eurodiputados Heidi Hautala (Verdes), Laima Liucija (Partido Popular Europeo) y This Berman, (Socialdemócratas) se habían unido a la manifestación y pudieron presenciar los hechos en primera persona.