Según la oficina de estadísticas de la UE, el recibo de la electricidad en España subió un 4,1 por ciento en el segundo semestre de 2014 y es uno de los más caros de la UE con una media de 23,7 euros por cada 100 Kwh. La electricidad solo es más cara en Dinamarca, Alemania e Irlanda.
Por su parte el gas subió un 7,5 por ciento, la mayor subida en la UE solo superada por la que han sufrido los portugueses, 11,4 por ciento. Si se calcula según el poder adquisitivo, los españoles han pagado el recibo de la luz más caro después de Alemania, donde los impuestos son el 52 % del precio mientras que en España son del 21 %.
En la UE los precios de la electricidad de uso doméstico varían entre los 9 euros los 100 Kwh en Bulgaria a los más de 30 euros en Dinamarca. En cuanto al gas, varía entre los 3 euros kwh de Rumanía a los más de 11 euros en Suecia. Los diferentes impuestos que se aplican representan una media del 32% del precio de factura de la electricidad y del 23% del gas.