En el cuarto trimestre del pasado año se acentuó la contracción de la economía registrando un descenso del 0,7 por ciento de la tasa intertrimestral y una caída del 1,8 por ciento en la tasa interanual. En el conjunto del año el PIB se contrajo un 1,37, por encima de las previsiones del Gobierno que eran de -1,5 por ciento, según el Instituto Nacional de Estadística INE.
Los datos de la Contabilidad Nacional Trimestral que avanza el INE son peores que las previsiones que había hecho el Banco de España del 0,6 por ciento en el cuarto trimestre, lo que significa una caída interanual del 1,7 por ciento y un retroceso en el conjunto del año 2012 del 1,3 por ciento. También está ligeramente por encima de las previsiones del Gobierno.
Estos datos indican que la economía española acumula seis trimestres de crecimiento negativo, mientras, que en la tasa interanual, el PIB suma cinco trimestres con retroceso.
Según el Banco de España estas cifras se deben al retraimiento del consumo en los hogares, que se puede achacar, además de a la precariedad del mercado de trabajo, a los adelantos de las compras para no tener que pagar la subida del IVA, que se produjo en septiembre de 2012, o a la supresión de la paga extra de Diciembre a los funcionarios.
Esta contracción interna se vio contrarrestada por la demanda exterior neta que fue del 2,6 por ciento de media. Resultado tanto del aumento de las exportaciones como del descenso de las importaciones.
Según el banco central español todas las ramas empeoraron sus registros respecto de 2011 en cuanto a la oferta, con bajadas del valor añadido en industria, servicios de no mercado, construcción y un crecimiento prácticamente nulo en los servicios de mercado.