Todo son avisos antes de que se inaugure la conferencia del G-20 este fin de semana. El Consejo Asesor de economistas del Gobierno Alemán, más conocido como los 'cinco sabios', le ha dicho a Angela Merkel que la política interna que está llevando a cabo no va por buen camino.
A ese grupo de economistas no le gusta la coalición del partido de Merkel con los socialistas, y las reformas que ha tenido que hacer en consecuencia: la implantación del salario mínimo interprofesional o la reducción en la edad de jubilación. A eso achacan en el informe de 400 páginas que han entregado este miércoles la debilidad de la economía alemana en estos momentos.
Según ha dicho el jefe del Consejo, el profesor Christoph Schmidt, en la presentación del informe, la economía de un país debe servir para «impulsar el crecimiento», y no está para regulaciones laborales o sociales. La única voz discrepante en el Consejo, Peter Bofinger, ha criticado el empecinamiento del ministro de Finanzas Wolfgang Schäuble en perseguir el déficit cero.
Los 'cinco sabios' han valorado positivamente que «los países que han hecho sus deberes están en el buen camino», España, Irlanda y Portugal y ponen a Francia e Italia como ejemplo de los que no han cumplido.
Por su parte, el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, en una conferencia en Roma ha dicho que el BCE seguirá manteniendo los tipos de interés bajos y ha asegurado que están dispuestos a adoptar nuevas medidas no convencionales en el caso de que la inflación empeore y las medidas que han tomado hasta aquí no sean suficientes.
Ha señalado Draghi, que la política monetaria por si sola no es la panacea, para que la economía real mejore. Para eso los bancos deben aumentar el crédito. Ha añadido que los gobiernos deben alentar la inversión y hacer reformas estructurales para que mejore la competitividad y se reduzca el desempleo.
En opinión del secretario del Tesoro estadounidense Jack Lew, las medidas a las que se refería Draghi no han surtido efecto y las autoridades económicas deben hacer más para evitar la desaceleración del crecimiento en la zona euro.
«Se necesita una acción decidida de las autoridades nacionales y otros organismos europeos para reducir el riesgo de que la región caiga en una recesión más profunda», ha dicho.
Mientras, la OCDE señala que las principales economías del mundo muestran un impulso económico estable, aunque la zona euro continúa perdiendo vapor, especialmente Alemania e Italia. Por su parte Japón y Gran Bretaña también dan señales de debilidad según los expertos de la organización.