La crisis económica y financiera que sufren gran parte de los países de la OCDE desde 2007 ha provocado que la ciudadanía reduzca la confianza en sus Gobiernos. Así lo expone el informe 'Panorama de las administraciones públicas 2013' lanzado recientemente y que anima a las diferentes Administraciones a hacer un esfuerzo por recuperar la confianza perdida.
Las medidas gubernamentales para atajar la crisis, centradas en planes de ajustes estructurales, han causado que las expectativas puestas por la ciudadanía en sus gobernantes no se cumplan.
Entre los años 2007 y 2012, la confianza en los Ejecutivos nacionales disminuyó de promedio entre el 40 por ciento y el 45 por ciento, lo que dificultó que las autoridades nacionales consiguieran apoyo para las reformas necesarias, expone la OCDE.
Los datos son aún más negativos en los países más azotados por la crisis, como Irlanda, Grecia, Eslovenia y Portugal. Por ello, desde este organismo internacional apuntan que «se necesita un nuevo enfoque para la gobernanza».
«Sin un fuerte liderazgo, con el apoyo de políticas eficaces, la confianza se erosiona fácilmente. El buen gobierno significa poner las necesidades de las personas en el centro de la formulación de políticas», señala el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, durante la presentación del informe.
La edición de este año (la anterior es de 2011) mide el desempeño de los Gobiernos en los 34 países miembros de la OCDE a través de más de cincuenta indicadores, que van desde el tiempo de espera en los hospitales hasta las políticas de contratación.
El nuevo enfoque de gobernanza por el que apuesta la OCDE «debería construirse en torno a la formación de capacidad estratégica, instituciones sólidas, instrumentos y procesos efectivos y resultados claramente medibles». Para restaurar la confianza, los Gobiernos deben ser más inclusivos, transparentes, receptivos y eficientes, añade.
Poner su situación fiscal en orden, entregar servicios de alta calidad a sus ciudadanos y proporcionar los datos abiertos y con total transparencia son herramientas básicas para conseguir el objetivo propuesto.
Medidas concretas
El informe expone que la OCDE ha realizado cálculos sobre mejoras en los balances primarios que podrían disminuir la deuda pública bruta al 60 por ciento del PIB en 2030. «En promedio, en los países de la OCDE se necesita un aumento de aproximadamente el 3 por ciento del PIB potencial respecto de la posición fiscal en 2012», explican.
Otra medida necesaria sería establecer mecanismos de disciplina fiscal. Por ejemplo, entre 2009 y 2013, ocho países establecieron instituciones fiscales independientes para promover la disciplina fiscal, crear información económica y asegurar que los recursos se asignen a lugares donde serán más útiles.
Por otro lado, la OCDE considera importante que los empleos públicos se mantengan estables: «A pesar de que muchos países anunciaron que realizarían cancelaciones de contrataciones y reducciones de empleo como parte de sus planes de consolidación fiscal, es difícil mantener a largo plazo reducciones notables en el empleo gubernamental, mientras la demanda de los ciudadanos sigue creciendo».
Y es que, el empleo gubernamental general se mantuvo relativamente estable entre 2001 y 2011, por debajo del 16 por ciento de la fuerza laboral total. «Esta figura es pequeña cuando se compara con los gastos gubernamentales medios, los cuales representaron el 45,4 por ciento del PIB en 2011, lo cual muestra el importante papel de la contratación de servicios externos», añade el informe.
Respecto al empleo, la OCDE también se muestra preocupada porque los datos indican que las mujeres ocupan más del 50 por ciento (en algunos casos, casi el 90 por ciento) de los trabajos de secretaría, mientras que sólo están presentes en el 40 por ciento de los mandos medios, y apenas el 29 por ciento ostenta puestos de categoría superior.
Considera que las medidas para corregir dichas discrepancias incluyen, por ejemplo, crear un presupuesto sensible al género (PSG), que incorpore una perspectiva de género en todas las etapas del ciclo presupuestario. Menos de la mitad de los países de la OCDE han instituido este PSG.
Finalmente, el estudio revela que a pesar de la poca confianza en sus Gobiernos, los ciudadanos están satisfechos con los servicios de éste. Aproximadamente el 72 por ciento de los ciudadanos dicen confiar en la policía local, casi el mismo porcentaje se considera satisfecho con la disponibilidad de los servicios sanitarios de calidad, y el 66 por ciento está satisfecho con el sistema educativo y las escuelas de su localidad.