La circulación del euro, no tan libre como pensamos

El euro, contante y sonante, tiene unas normas específicas para trasladarlo de un país de la Unión Europea a otro. Hasta ahora, para los profesionales del dinero era una complicación llevar grandes cantidades de un Estado a otro en la zona euro, aunque las sucursales bancarias estuvieran a cada lado de la calle o de la frontera entre dos países, se entiende. Cada País tiene una legislación propia en esta materia y, al parecer, muy diferente, de la de los otros.

La Comisión europea ha dictado unas normas que serán iguales para todos y que simplificarán mucho este trasiego de dinero.

una moneda de euro, con gafas sobre el mástil de una guitarra eléctrica
Foto:CE

A lo mejor no lo habían pensado pero los euros circulan por las carreteras y cualquier día nos cruzamos con un convoy en cuyo interior viaja una cantidad considerable de billetes y monedas de euro. Igual que en las películas.

A partir de ahora ese viaje será más cómodo para los profesionales que deben llevarlos de los bancos de unos países a otros. Una serie de normas reemplazarán a las diferentes reglamentaciones nacionales. Normas que serán comunes y que solamente se aplicarán a las operaciones transfronterizas de transporte de fondos por carretera. De esta manera los Bancos, los minoristas y cualquier otro profesional dedicado a la manipulación del dinero podrá tener una oferta más amplia entre las empresas de transporte y éstas a su vez podrán optimizar los traslados.

Además, estas facilidades para el transporte por carretera del dinero permitirán una mayor fluidez entre el Banco Central Europeo y los bancos centrales de los diferentes países de la eurozona. Por ejemplo, permitirá a cualquier institución de crédito recurrir a los servicios fiduciarios del banco central de otro país, algo que no se ha podido utilizar bien hasta ahora por la diferencia normativa en transporte de fondos de los diferentes países.

Como sabemos los aficionados al cine y a la televisión, sobre todo, el transporte de dinero es una actividad con graves problemas de seguridad, cuando menos. Las nuevas normas pedirán a las empresas que se dedican a ello una licencia de transporte de fondos transfronteriza específica de su país y cumplir unas normas muy estrictas en cuanto, al número mínimo de personas que van en el convoy y la preparación que deben tener, el blindaje de los vehículos, los sistemas «inteligentes» de neutralización de los billetes con los que cuenta (por ejemplo, el mecanismo que mancha los billetes con tinta indeleble en caso de que se abra sin autorización el cajón del dinero) y las sanciones en caso de que se infrinjan estas reglas comunes.

Las normas entrarán en vigor cuando sean aprobadas por el Parlamento Europeo y el Consejo.