En la exposición fotográfica de Peter Ginter se puede ver la monstruosa belleza de la máquina que encierra el poder de desvelar algunos de los grandes enigmas de la física moderna que aún están sin resolver.
El LCH se diseñó para hacer colisionar haces de protones, para ser exactos hadrones, a velocidades del 99 por ciento de la velocidad de la luz. Al chocar entre sí producen energías altísimas que podrían permitir simular lo que ocurrió inmediatamente antes y después del big bang.
Pero lo que todos los físicos del mundo, y algunos novelistas, quieren confirmar es la existencia del bosón de Higgs o "la partícula de Dios", conocida teóricamente. Stephen Hawking se jugó 100 dólares a que no existe.
El LCH es el mayor acelerador de partículas del mundo, comenzó a construirse hace 10 años y ha costado 6.000 millones de euros. Está situado en el Laboratorio Europeo de Física de Partículas, CERN, en la frontera franco-suiza. En su construcción han participado más de 2000 físicos de 34 países, entre ellos España, cientos de laboratorios y universidades. La Comisión Europea actúa como observadora en el proyecto.
La exposición trata de despertar el interés de los ciudadanos por la ciencia y hacerles llegar el trabajo de los científicos españoles en este campo. En las ciudades en las que se vea la muestra se realizarán actividades paralelas, como ciclos de conferencias o mesas redondas. euroxpress