«Veintiún años después de que se acusara al Sr. Karadzic, este veredicto es un poderoso ejemplo de la determinación implacable de la comunidad internacional de garantizar la justicia», ha dicho Zeid Ra'ad Al Hussein. «Karadzic orquestó el secuestro, la violación, la tortura y el asesinato de miles de personas; el bombardeo de civiles; el asedio ilegal de Sarajevo y la destrucción y el saqueo masivo de bienes, incluidos lugares de culto de musulmanes y católicos.»
«El juicio es un poderoso símbolo - sobre todo para las víctimas de los crímenes cometidos durante las guerras de Bosnia y Herzegovina y en la antigua Yugoslavia, sino también a las víctimas en todo el mundo. No importa lo poderoso, o lo convencidos de su invulnerabilidad que estén, independientemente del continente en el que vivan, los autores de esos crímenes deben saber que no van a escapar a la justicia. Después de haber visto yo mismo los efectos de los terribles crímenes por los que Karadzic ha sido condenado, celebro las conclusiones de la corte.»
Zeid Ra'ad Al Hussein, que fue miembro de la Fuerza de Protección de las Naciones Unidas en la ex Yugoslavia de 1994 a 1996, ha señalado que el veredicto se puede recurrirrecurso. Sin embargo, "Este veredicto histórico debe representar un punto de inflexión, se terminó el engaño utilizado por el Sr. Karadzic durante sus 14 años de fuga. el veredicto de hoy levanta el velo que ocultaba sus manipulaciones políticas, y revela que él fue el artífice de los actos de destrucción y los asesinatos en masa. Es el momento de asegurarse de que su legado envenenado, un fardo de profundo dolor, secretos y mentiras, deje de pesar sobre la población de la antigua Yougolavie. La verdad sobre los crímenes cometidos durante este conflicto terrible - tan meticulosamente establecidos por el Tribunal - debe ser reconocida plenamente, figurar en la historia y sus víctimas deben obtener las reparaciones necesarias.»
El Alto Comisionado ha añadido que el juicio de Karadzic «debe hacer reflexionar a los líderes de opinión de Europa y de todo el mundo que tratan de explotar los sentimientos nacionalistas y de utilizar a las minorías como chivos expiatorios de los problemas sociales. «El discurso que incita al odio, la discriminación y la violencia es una fuerza inflamable. En los países de la antigua Yugoslavia, vimos la terrible matanza que dio como resultado».
Ninguna de las 161 personas acusadas por el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia ha logrado evadir la justicia, señala el Alto Comisionado, quien ha añadido «celebro la meticulosa perseverancia de todos los fiscales, investigadores, jueces y abogados de la defensa y su profundo compromiso por garantizar la justicia para los pueblos de la antigua Yugoslavia. El mensaje de este proceso es que nadie está por encima de la ley.»